Nacido en la isla de Cozumel en 1979, Roberto Borge Angulo fue iniciado en la política por la influencia de su tío Miguel Borge Martín, el tercer gobernador de los ocho que ha tenido Quintana Roo. Él fue el séptimo y ahora está detenido en Panamá; ahí fue interceptado cuando pretendía viajar a París, Francia.

 

Oriundo del semillero político de esa entidad, el ascenso de “Beto” no fue visto con extrañeza; pues la Isla de las Golondrinas ya había dado a tres gobernadores: Pedro Joaquín Coldwell, Miguel Borge Martín y Félix González Canto.

 

Fue éste último quien dio la mano a Borge Angulo para impulso en el terreno político.

 

 

 

El joven Borge se movía en la estructura del partido sin mayor realce, pero fue Félix González Canto el que le nombró su Secretario Privado en 2003 y con ello comenzó el ascenso.

 

Ese cargo y seguir a Félix González -ahora Senador- le duró hasta 2005.

 

Para 2007, Beto Borge -como le llamaban comúnmente- fue nombrado tesorero general del Gobierno de Quintana Roo. La cartera la ocupó hasta 2006. Un año después, en 2007 llegó a la Oficialía Mayor de Gobierno, nombramiento que tuvo por unos cuantos meses.

 

Para mayo de 2008 tuvo que dejar su cargo como funcionario del gobierno de González Canto y fue designado Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Quintana Roo.

 

Ahí duró hasta abril del 2009, cuando su objetivo (la gubernatura) comenzaba a delinearse.

 

Un paso, casi obligado, era la legislatura federal; por lo que fue postulado y ungido Diputado Federal para el periodo 2009-2012.

 

El periodo no lo terminó ya que el PRI decidió “candidatearlo” para la gubernatura, la cual ganó para el periodo 2011 a 2016.

 

 

EL SEGUNDO

 

A sus 32 años, Borge marcó historia como un gobernante joven; apenas superado por Pedro Joaquín Coldwell, quien sigue siendo el mandatario más joven que ha tenido la entidad; con 31 años de edad cuando asumió el cargo.

 

Pero no sólo ese es su distintivo, ahora también se convierte en el segundo gobernador quintanarroense procesado penalmente por su mal ejercicio.

 

Sigue en la lista a Mario Villanueva Madrid, preso por sus nexos con la delincuencia organizada.

 

Borge Angulo acumula una serie de señalamientos que datan desde el inicio de su mandato.

 

Los más recurrentes tienen que ver con el abuso de poder, de lo cual se valió para incurrir en una serie de irregularidades; que van desde el despotismo, la censura a medios de comunicación, así como el acaparamiento y despojo de predios.

 

Oficialmente, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que se ejecutó la orden de aprehensión “por su probable responsabilidad en la comisión del delito de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, previsto en el Artículo 400, fracción ll del Código Penal Federal”.

 

La orden fue librada apenas el 31 de mayo de 2017, por el  juzgado de Distrito Especializado en el Nuevo Sistema en el Estado de México, con sede en Netzahualcóyotl.

 

Este domingo se notificó la detención del cozumeleño, en el aeropuerto de Panamá. De acuerdo al boletín de la PGR, Borge pretendía abordar un avión que lo llevaría hasta París.

EXCESOS

 

El borgismo en Quintana Roo instituyó desde los cimientos legales, o al menos así lo pretendió, el blindaje para evitar la acción de la justicia.

 

Borge hizo leyes antimarchas y afianzó candados para evitar ser investigado. Hizo del deporte un negocio, ajeno a políticas públicas.

 

 

El exceso era tan obvio que el Gobierno Federal tuvo que actuar en 2016; cuando Borge dejó el cargo.

 

Por instrucción de Enrique Peña Nieto, explicó la vocería de Presidencia, el 11 de julio de 2016 se presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) acciones de inconstitucionalidad contra el Congreso de Quintana Roo.

 

El objetivo fue evitar que la ley local que buscaban aprobar para blindar a Borge ante cualquier investigación que se hiciera en un futuro, no pudieran pasar.

 

Esa fue la primera señal del declive del poderío borgista, aunque en principio se dudó de su interés legítimo en aplicar la justicia al entonces mandatario; sirvió como derrotero ciudadano para exigir justicia.

 

Desde que Roberto Borge dejó el gobierno de Quintana Roo, se desconocía de su paradero.

 

Se atribuyeron, gracias a unas fotografías, un par de apariciones por Miami y otra en México. Se dijo estaba en Canadá o andaba por Centroamérica. Su paso ya era veloz, su carrera política se extinguía… sin siquiera cumplir 15 años.

 

 

DCA