Algún turista contrariado preguntaba porqué estaba cerrado el Palacio Real, en el Madrid de los Austrias. El motivo se desveló hacía el mediodía, cuando empezaron a llegar los 120 invitados al almuerzo con el que sus majestades los Reyes de España, han agasajado a Elena Poniawtoska, un día antes de la entrega del galardón más importante de las letras en español: El Premio Cervantes, cuya ceremonia tendrá lugar mañana en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.
Autoridades como la Embajadora de México en España: Roberta Lajous, el Director del Instituto Cervantes: Don Víctor García de la Concha o miembros de la Real Academia: Luis Mateo Díez, Juan Luis Cebrián. Premios Cervantes anteriores: El chileno Jorge Edward o el poeta Antonio Gamoneda, escritores de la talla de Luis Goytisolo, Clara Sánchez, Santiago Roncagliolo y por supuesto, sus tres hijos: Emmanuel, Felipe y Paula, a esta última le acompañaba su esposo, Lorenzo Cristóbal Hagerman, asistieron a la tradicional comida que sirve como preámbulo a la ceremonia de entrega del Premio Cervantes.
Los hijos estaban exultantes, como no podía ser menos. Así lo contaba uno de ellos, Emmanuel: “Imagínate, mi mamá con sus hijos y nietos aquí. Es como un sueño del que no me puedo despertar. Después de los compromisos nos vamos a cenar y tomar tapas toda la familia, estamos disfrutando mucho”. El maratón de actividades no hace mella en la premiada: “Mi mamá aguanta muchísimo, tiene una gran fuerza física y mental, está tan contenta que todo lo goza”, explica su orgulloso hijo.
Los invitados se saludaban entre ellos mientras se dirigían a una de las salas palaciegas, alabando todos ellos la figura de Elena Poniatowska. Lorenzo Silva, escritor español y ganador del Premio Planeta 2012, por su obra “La marca del meridiano” elogiaba la figura del Premio Cervantes 2013: “Es un estupendo reconocimiento por muchas razones. Primero porque es una mujer y aunque es algo que no debería resaltarse, lo cierto es que las mujeres son minoría en recibir este galardón. También porque es una escritora que ha sabido dar cuenta de la realidad mexicana de una manera que trasciende universalmente. Ese es el gran desafío que tenemos los escritores, que nuestro discurso alcance el grado de universalidad y ella lo ha conseguido”.
Elena Poniatowska rodeada de sus hijos fue la primera en llegar a la sala Saleta de Gasparini. Tras los saludos a los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía y a los Príncipes de Asturias, todos los invitados han pasado al Comedor de Gala, donde el Rey realizó un discurso y destacó la figura congregadora de Miguel de Cervantes con gentes de todos los países y épocas, que se han sentido cercanos a él. Tuvo un cálido recuerdo hacía la figura de Gabriel García Márquez, “por su formidable obra literaria que contribuyó a forjar y divulgar la identidad iberoamericana”.
El monarca ha tenido unas especiales palabras para las grandes figuras de las letras mexicanas: Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, “quienes viven en nuestra memoria”, dijo el monarca, para continuar con Sergio Pitol y la premiada “Elena Poniatowska, de quién calificó su obra como “literatura rebelde” y destacó su habilidad para “abrir siempre un lugar a la esperanza, a pesar de la aspereza de su realismo”.
“Durante buena parte de su vida aprendió a contemplar las estrellas, pero ha unido ese ejercicio con la atenta observación de la realidad del mundo, cuyas luces y sombras nos hacen percibir a través de la lente de su interpretación. De ahí brota una literatura rebelde, que, a pesar de la aspereza de su realismo, abre siempre un lugar a la esperanza. A ese lugar del compromiso social y humano nos convoca”, finalizó el monarca.
Tras el discurso, todos levantaron su vaso y brindaron –con vino blanco- por la homenajeada, quién mañana recibirá el galardón más importante de las letras en español y degustaron un menú compuesto de Canelón de verduras con compota de tomate, suprema de rodaballo asada y pastel de chocolate en textura con frutos del bosque.
