Alegorías del México prehispánico e indígena gravitan en los muros del Museo Nacional de Antropología (MNA), lo que lo convierten en una galería de arte moderno y contemporáneo donde, al fresco o sobre madera, aparecen tanto su geografía como su cosmovisión, así como sus glorias guerreras.

 

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recordó cuando el recinto abrió sus puertas hace 50 años, diversos medios internacionales como Times reconocieron el trabajo titánico que se realizó en sólo dos años de construcción.

 

foto5mna

 

 

Asimismo, ponderó la participación de artistas convocados para reinterpretar el pasado como Rufino Tamayo, Carlos Mérida, Pablo O’Higgins, Raúl Anguiano, Nicolás Moreno, Alfredo Zalce y Matías Goeritz, entre otros, que han causado una gran impresión alrededor del mundo.

 

foto1MNAGilda Salgado Manzanares, responsable del Programa de Restauración de Pintura Contemporánea del MNA, destacó que prácticamente “toda la intelectualidad mexicana de alguna forma participó en este gran proyecto”.

 

Cuando el MNA fue declarado Monumento Artístico de la Nación, cuatro años atrás, Salgado y su colega la doctora Laura Filloy, emprendieron el diagnóstico de más de 100 obras, entre pinturas, esculturas de bronce, mármoles y frisos, entre otros elementos.

 

“Paisaje abstracto”, de Rafael Coronel, y “Dualidad”, pintura en la que Rufino Tamayo enfrentó a los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca para simbolizar a los opuestos complementarios, fueron intervenidas con propósito de rehabilitación en 2013.

 

El tratamiento recibido por la obra del artista oaxaqueño, realizada en un bastidor de madera con una placa de capas acrílicas y técnica pictórica mixta de vinilita, constó en una limpieza en seco con el suave tacto de brochas de pelo de marta y una físico terapia en húmedo, apuntó el INAH.

 

La investigación previa fue realizada por el Seminario – Taller de Restauración de Obra Moderna y Contemporánea (STROMC) de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y museografía ENCRyM) a cargo de Ana Lizeth Mata y Martha Tapia.

 

foto3MNA

 

Una obra de caballete de Vicente Rojo, Cráter B, recibió un trabajo de restauración por parte del Seminario Taller de la ENCRyM.

 

foto4MNAAsimismo, los estudios de identificación de materiales de las obras plásticas (mediante procesos ópticos no invasivos) se encuentran en curso y están bajo la responsabilidad del doctor José Luis Ruvalcaba y la maestra Sandra Zetina, adscritos de manera respectiva a los institutos de Física (IF) y de Investigaciones Estéticas (IIE), de la Universidad Nacional Autónoma de México.
También se intervinieron dos de los tres murales que Pablo O’Higgnins cedió al MNA.

 

Como parte de las indagaciones llevadas a cabo para la restauración de la obra del pintor chileno, su viuda María O’Higgins refirió que para esos murales su esposo visitó comunidades purépechas y tarahumaras, por lo que “no se daba la libertad de definir la paleta cromática”.

 

En este caso “se hizo limpieza en seco por aspiración, igual con brocha de pelo suave, y después en húmedo con agua destilada. Luego nos abocamos a realizar pequeños puntos de consolidación en algunas fisuras y resanes” apuntó Gilda Salgado.

 

 

 

 

 


DE