Durante el temblor de 7.1 grados de magnitud que se registró el martes pasado en la Ciudad de México, colapsó un edificio de cinco pisos ubicado en la Avenida Viaducto y Torreón, al cruce con Medellín, donde perdió la vida un ciudadano, pero no su perra, quien es identificada por socorristas y voluntarios como Chiquita.

 

La perra blanca, cruza de Maltés y French Poodle, fue uno de los peludos rescatados por socorristas después del sismo del 19 de septiembre pasado y ahora pernocta en el albergue Casa del Mestizo, ubicado en la calle de Nayarit 32, colonia Roma.

 

Este domingo, los canes tomaron el Parque México, con el objetivo de hallar un hogar temporal mientras sus dueños los encuentran después del temblor; de no ser el caso, podrán quedárselos.

 

Fue una tarde de contrastes. Algunos se fueron sonrientes tras llevarse un peludo entre los brazos y otros con el rostro desencajado, toda vez que no localizaron a sus mascotas.

 

Desde temprana hora, cerca de 30 personas hacían fila tanto para reconocer a su mascota como para adoptar. Algunos se marcharon con lágrimas, como Bertha, habitante de la Condesa, quien buscaba a su chihuahua.

 

Con un short y tenis verdes, la joven se retiró del lugar sin localizar a su perra, cuya imagen llevaba consigo en su móvil.

 

Voluntarios pedían a todo aquel que fuera a optar por la adopción, que se apuntara en una lista y mostrara una identificación oficial, y una vez hecho el trámite, ingresa a un área donde podría llevarse a algunas de las mascotas allí reunidas.

 

Pero no todos corrieron con suerte, como Lucía, de 55 años, vecina de la Roma, quien pretendía llevarse a un perro criollo grande, pero al salir, “me lo quitaron sin dar explicación”.

 

Otros más corrieron con suerte, como Alejandra Tapia, quien adoptó un schnauzer negro rescatado de los escombros y ofreció regresarlo si el dueño aparece.

 

caem