WASHINGTON. El presidente Barack Obama envió al Congreso un presupuesto de 3.9 billones de dólares para el año fiscal 2015, que canalizará fondos a obras públicas, la enseñanza y otros programas destinados a impulsar la economía, dando a los demócratas una pauta para los temas centrales de su campaña electoral: crear empleos y reducir la brecha creciente entre ricos y pobres. La propuesta recibió de inmediato las críticas de los republicanos.

 

Los elementos centrales del presupuesto son 56 mil millones como nuevos estímulos de gastos por encima del tope establecido para ese período, destinados a programas de defensa, sanitarios y educativos, que se compensarán en parte con los ingresos provenientes de la supresión de determinados “agujeros” fiscales.

 

El proyecto incluye una variada selección de ideas liberales ante las elecciones legislativos de noviembre próximo, en los que el apoyo de las bases del partido azul y el contraste con los republicanos resultan vitales para preservar la precaria mayoría demócrata en el Senado, según The Washington Post.

 

Este presupuesto “es una hoja de ruta para la creación de empleos con buenos salarios y la ampliación de oportunidades para todos los estadunidenses”, subrayó Obama al presentar su propuesta en una escuela primaria de la ciudad de Washington.

 

La propuesta de Obama para el año fiscal 2015 -que va de octubre de 2014 a septiembre de 2015- incluye expandir un crédito tributario para las familias con niños en edad preescolar que beneficiará a unos 1.7 millones de hogares, amplía los créditos impositivos a 13.5 millones de trabajadores con bajos ingresos y sin hijos y eleva las cargas fiscales a los estadunidenses más acaudalados.

 

Menciona también, dentro de un apartado, la necesidad de aprobar una reforma migratoria integral que, según afirman los economistas independientes y Obama, “hará crecer nuestra economía y reducir el déficit”.

 

“Como país, tenemos que tomar una decisión si vamos a mantener los recortes impositivos a los estadounidenses más ricos o si vamos a hacer inversiones inteligentes ” dijo Obama.

 

Para crear empleo, el dinero será usado en mejorar las carreteras y vías ferroviarias, los hospitales de los ex militares y los parques nacionales. Se destinarán más fondos a la investigación de energía limpia, creando 45 institutos fabriles públicos-privados para fomentar la innovación y entrenar a los trabajadores cuyas empresas cerraron o se mudaron.

 

Para costear estas iniciativas y otras, Obama piensa encarecer el “impuesto Buffett” —en nombre del multimillonario Warren Buffett — cobrando un impuesto mínimo a las personas que ganen más. También se aumentarán los impuestos al tabaco, los boletos aéreos y a los gerentes de fondos privados de inversión.

 

Sin embargo, el presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, criticó la solicitud de Obama porque no aborda con seriedad el problema del déficit a largo plazo.

 

“Este no es un documento serio, es un texto de campaña electoral”, señaló Ryan, mientras su colega Hal Rogers, quien encabeza la comisión de asignaciones de la Cámara baja señaló que la solicitud de la Casa Blanca “está muerta antes de llegar”.

 

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, también criticó duramente el presupuesto y dijo que probablemente se trate de las cuentas “más irresponsables” desde que llegó a la Casa Blanca.

 

“No sólo no ofrece soluciones para salvar los programas de seguridad social ni de jubilación que son cruciales para millones de estadounidenses, sino que también fomenta el desequilibrio fiscal”, insistió Boehner.

 

Según el cuadro macroeconómico incluido en el presupuesto, pronostica en 2015 un déficit de 564 mil millones de dólares y en este año de 649 mil millones de dólares.

 

Para que se convierta en ley, el proyecto presentado por el gobernante deberá contar con la aprobación del Senado -de mayoría demócrata- y la Cámara de Representantes dominada por los republicanos, lo que augura fuertes enfrentamientos en los próximos meses y pocas posibilidades de que el texto sea avalado.