Este sábado, representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dieron acompañamiento a la edición 39 de la marcha del Orgullo LGBTTTI de la Ciudad de México, para exigir el respeto al derecho de vivir la sexualidad y las identidades de género de maneras diversas.

 

El organismo consideró que la falta de reconocimiento pleno a las garantías individuales de la población lésbico, gay y transexuales les coloca en una posición de desigualdad en la sociedad.

 

Recordó que en México, fue en 1978 que homosexuales, lesbianas y personas trans, salieron a la calle, por primera vez, para exigir el respeto a sus derechos.

 

A partir de 1979, se ha tomado el último sábado de junio para exigir el fin del estigma, prejuicios, discriminación contra estas poblaciones, buscando así la igualdad de derechos respecto al resto de la población.

 

En noviembre de 2006, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (hoy Ciudad de México) aprobó la Ley de Sociedad de Convivencia que entró en vigor en 2007, con lo que México se convirtió en el país 14 en el mundo en legislar positivamente al respecto.

 

Posteriormente, el mismo órgano legislativo, en 2009, aprobó el matrimonio como la unión libre entre dos personas, y en 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación sentó jurisprudencia en el sentido de que la exclusión de parejas del mismo sexo para contraer matrimonio es inconstitucional.

 

Actualmente sólo nueve entidades del país reconocen en su legislación el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo.

 

Ante ello, la CNDH ha emitido la Recomendación General N° 23/2015, para que todos los Congresos de los estados del país legislen al respecto, en consonancia con la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

 

Por otra parte, subrayó, las poblaciones LGBTTTI tienen reivindicaciones específicas. Sin embargo, las legislaciones favorables a las personas de estas poblaciones, no son suficientes para eliminar la discriminación.

 

Por eso la CNDH llamó a reconocer la dignidad humana de estas poblaciones, no sólo en las leyes, sino en los hechos, porque una sociedad democrática no debe considerar como personas de categoría inferior a quienes viven de una manera diferente a la norma social heterosexista, resaltó.

 

Dijo que la marcha que anualmente se lleva a cabo el último sábado de junio debe ser reconocida como una demanda en favor de la libertad afectiva y de llevar la identidad de género de cada persona con el apego a la dignidad y los derechos humanos, y respeto hacia nuestras instituciones.

 

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos se sumó a las demandas por el reconocimiento pleno a los derechos de la población lésbica, gay, bisexual, trans e intersexual, e hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad a respetar sus garantías individuales.