La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) abre la posibilidad de buscar mejores condiciones para el sector agroalimentario, pero también podría reavivar antiguas rencillas como la llamada “guerra del aguacate”.

 

 

Dicho episodio terminó en 2007, cuando el producto michoacano fue aceptado en los 50 estados del territorio estadunidense, y durante todo el año, sólo después de que México comenzó a imponer aranceles al maíz estadunidense. Estados Unidos prohibió la importación del producto entre 1914 y 1997, y en los años siguientes, a pesar del TLCAN, el país vecino impuso restricciones con el pretexto de que las plagas amenazaban las plantaciones de California.

 

 

Este lunes estaba prevista la entrada a territorio estadunidense de un cargamento de 120 toneladas del llamado “oro verde” proveniente de Jalisco, por primera vez en más de ocho décadas. Sin embargo, de última hora el ingreso fue cancelado debido a que, según comentó a la prensa el presidente de la Asociación de Productores Exportaciones de Aguacate de Jalisco (Apeajal), Ignacio Gómez, autoridades de ambos lados de la frontera no formalizaron la firma de un plan de trabajo.

 

 

Si bien el ahora presidente Donald Trump no ha dirigido sus ataques al comercio agroalimentario, Manuel Pozo, coordinador de comercialización de Apoyos y Servicios para la Comercialización Agropecuaria (ASERCA), dijo que en caso de abrirse sería una oportunidad para productos que son susceptibles de una negociación más profunda como el aguacate.

 

 

Si bien el ingreso de este producto se da libre de arancel, en el marco del TLCAN, sí está sujeto a certificaciones de sanidad, inocuidad y bioseguridad, señaló Alfonso Mercado, investigador del Colegio de México.

 

 

La reapertura del capítulo agrícola del acuerdo comercial debe incluir además buscar mejores condiciones de intercambio en sectores donde México tiene una elevada dependencia de las importaciones, como la soya (95%), arroz (80%), maíz (33%), trigo (56%), frijol (30%) y carne de res y puerco (40%), señaló Brenda Murillo, profesora investigadora del Centro de Investigación en Ciencias Económicas de la Facultad de Economía de la UAEMex.

 

 

Altos subsidios

 

 

Otro tema polémico es el de los subsidios otorgados por Estados Unidos a sus productores. Cifras de ASERCA muestran que entre 2013 y 2015, Estados Unidos exportó a México productos que rebasaron los cupos anuales convenidos en el tratado, como frijol (111% de más), carne de pollo (166%), papas frescas (99%), grasas animales (14%) y papas preparadas (1,006%).

 

 

“Es probable que esas exportaciones se hayan efectuado con el apoyo de subvenciones gubernamentales, pero también hay otros productos supuestamente no sensibles que se exportan en grandes cantidades con ayuda de las subvenciones del gobierno estadunidense, como el arroz”, dijo Mercado.