Para Guillermo Guajardo, Investigador y profesor de América Latina en la UNAM, el gobierno de EU muestra pragmatismo estratégico en la zona

 

¿Qué lectura lectura hacer con el reestablecimiento de las relaciones entre Cuba y EU?

 

Demuestra el pragmatismo que Cuba ha tenido que ir madurando tras el fin de la Guerra Fría y también el lado pragmático de Barack Obama en política exterior. Porque esta negociación es parte de otras como las que (ha) llevado a cabo con Irán, en temas nucleares.

 

Una nueva relación Cuba-EU tenderá a desactivar la influencia radical sobre Venezuela y lo que quedaba del bolivarianismo, a la vez moderará o quizás logre eliminar acercamientos de gran envergadura de Cuba con China y Rusia. Así, debe verse dentro del contexto de negociaciones con un sentido muy estratégico y a largo plazo que Europa en estos momentos no lleva a cabo, a fin de cuentas la Guerra Fría les enseñó a los EU a mirar y operar en forma global como también en dar la pauta.

 

Qué va a cambiar en Latinoamérica?

 

No creo que a nivel general se vayan a dar cambios radicales en la región por esta relación re-definida, ya que antes debe pasar por el Congreso de los EU; el embargo sigue vigente y hay una serie de asuntos que deberán negociarse por separado como (por ejemplo) la base de Guantánamo. Por lo demás Cuba tiene amplios vínculos diplomáticos con los países latinoamericanos y, con la excepción del activismo en Venezuela y Nicaragua desde la llegada de Raúl Castro, las embajadas han ido bajando su perfil. Su papel en la política interna de los países de la región, o algunas figuras políticas que crecieron a la sombra del chavismo y del vínculo con Fidel Castro, hoy en día muestran signos de tener sus propias rutas como ocurre en Ecuador y Bolivia. En todo caso sí debe considerarse que el acercamiento a los EU en donde impactará fuerte -como siempre-será en una redefinición compleja de balances de poder en el Caribe y América Central, que van desde la devolución de Guantánamo, las consecuencias de seguridad y comercio por un canal construido por China en Nicaragua, los acuerdos de control aéreo y marítimo en el Caribe para frenar el narcotráfico así como el rumbo que tomará la crisis económica y política del post-chavismo en Venezuela.

 

¿Concluye la era chavista?

 

Ésta en realidad acabó con la muerte de Hugo Chávez, ya que Nicolás Maduro carece de la habilidad de negociación, liderazgo e imaginación para generar una respuesta al vacío de Chávez.

 

Maduro ha concentrado sus esfuerzos en seguir la inercia de explotar el mito y justificar los graves problemas económicos internos exagerando el influjo externo.

 

En donde habrá un serio problema para la presencia o retiro de la influencia cubana será en Venezuela, lo cual puede rebasar lo político-ideológico hacia una crisis de gobierno. Ahí, por llamada de Chávez, funcionarios cubanos llegaron y se incrustaron en puestos claves del gobierno (venezolano) que van desde seguridad e inteligencia hasta atención médica.

 

¿Cómo desarmar esa maquinaria sin que ocurra un vacío de gestión en aspectos estratégicos para Venezuela?; ¿qué se llevarán los cubanos a su partida?; ¿algo de los problemas de las relaciones entre narcotráfico y los militares venezolanos se puso en la mesa de negociación?, estos temas no deben ser ajenos para los burócratas de la seguridad cubana, reconocidos expertos desde la Guerra Fría en recoger, infiltrar, analizar información, medir al otro -me refiero tanto a amigos como enemigos- y construir escenarios de decisión. Creo que éste y muchos temas complejos e interesantes están en el fondo de las negociaciones para el restablecimiento de relaciones con los EU.