Los marcos regulatorios inadecuados o débiles en México permiten abusos, corrupción y desalientan la confianza de inversionistas y consumidores, advierte el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 

“Un marco regulatorio excesivo y complejo desincentiva la inversión, limitando la creación de empleos bien remunerados, crecimiento más elevado y mayor y bienestar”, asegura el organismo.

 

“No hay duda de que la creación de empleos depende del desempeño del sector privado, pero para ello es necesario un ambiente de negocios en el que resalte un marco regulatorio competitivo”, dice el Centro de Estudios.

 

La mala regulación está asociada con la ineficiencia de las instituciones públicas, que provoca retrasos en la atención a los negocios y mayores costos, lo que además de favorecer la corrupción, propicia un aumento del sector informal, expone.

 

El CEESP presentó el pasado lunes los resultados de la Encuesta sobre Mejora Regulatoria, Gobernabilidad y Buen Gobierno en los Principales Municipios, con el objetivo de brindar información sobre la situación del marco regulatorio a los funcionarios públicos estatales y municipales, así como a la sociedad en general.

 

“No hay que olvidar que los inversionistas potenciales están atentos a esta información, ya que les permite evaluar y decidir acerca del mejor lugar para invertir”, expresa el organismo encargado de realizar la investigación económica al sector empresarial mexicano.

 

La encuesta realizada entre octubre de 2013 y julio de 2014, lapso en el que se levantaron 12 mil 500 entrevistas a empresas de 50 municipios de todo el país. El proceso permitió obtener una amplia información sobre el tema de regulación municipal.

 

“Dentro de los resultados generales resalta que en materia de satisfacción general con los servicios que presta el gobierno en los municipios sondeados, la calificación promedio fue de 61 puntos, ligeramente por arriba del nivel mínimo de aprobación”, señala.

 

“En este contexto sobresale que fueron los temas de seguridad pública y policía municipal los que tuvieron la peor calificación a nivel general, toda vez que obtuvieron porcentajes de satisfacción equivalentes a 45% y 53%, respectivamente”, dice.

 

El Índice de Desempeño Municipal (Idem) también reflejó una calificación baja, y en cuanto a la calidad de la infraestructura para las empresas y protección a sus bienes, la calificación promedio fue reprobatoria.

 

En el tema de honestidad en la gestión y resolución de trámites, los resultados mostraron un entorno completamente desfavorable, expone el órgano dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

 

“Es claro que en materia regulatoria aún falta mucho que hacer, por lo que es fundamental que las autoridades de los tres órdenes de gobierno trabajen conjuntamente para lograr la compatibilidad de las regulaciones federales, estatales y municipales”, concluye.