Desde las 07:00 de ayer regresaron a clases los primeros 12 mil estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, de las áreas médico-biológicas,  quienes tendrán que recuperar tres semestres en el periodo de un año. Aunque ya comenzaron a reanudarse las actividades, dos escuelas aún no han sido entregadas.

 

Las cosas comienzan a volver a la normalidad, cuando menos para los siete mil estudiantes de licenciatura y posgrado de la Escuela Superior de Medicina (unidad Santo Tomás);  los dos mil 170 del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud (CICS), unidad Milpa Alta; y dos mil 788 de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, cerca de Zacatenco.

 

En la zona del Casco, los comerciantes son los que están más contentos, pues esperan recuperar dinero y pagar algunas deudas que les quedaron tras 78 días de paro.

 

Trabajadores administrativos contaron a 24 HORAS que se encontraron con pilas y pilas de documentos por llenar y trámites por finalizar para completar los procesos de recalendarización; aunque los jóvenes todavía no regresan a clases, los administrativos de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ESEO) trabajarán a marchas forzadas de aquí al 19 de diciembre para terminar.

 

“Nosotros sí estábamos de acuerdo con el paro. Sí hubo apoyo para ellos, estaban reclamando sus derechos y esperamos que sí se cumplan”, dijo una secretaria de ESEO.

 

Los estudiantes por otro lado, principalmente los de Medicina,  están contentos de haber regresado, pero saben que les esperan jornadas muy largas de trabajo porque van a tener que acomodar tres semestres en el transcurso justo de un año.

 

“Sí va a ser difícil pero ya estamos acostumbrados a no dormir”, se ríe Guadalupe Muñoz Cruz, estudiante del cuarto semestre en la Escuela Superior de Medicina, de 20 años,  “pero ¿cómo íbamos a dejar la escuela así, con esos planes de estudio? Tenemos que rescatar el prestigio de esta institución. Valió la pena”.

 

Al medio día del lunes todavía quedaban pendientes tres escuelas que no habían sido liberadas por los estudiantes: la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ESEO) en Santo Tomás y las unidades Santo Tomás y Tepepan de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA).

 

La primera se resolvió, pero al cierre de esta edición, los alumnos de la ESCA continuaban dialogando con sus directivos.

 

A pesar de que el compromiso firmado de entregar las instalaciones era para el viernes, 72 horas después de que se publicaran los acuerdos pactados entre el gobierno federal y los representantes del movimiento estudiantil, la comunidad de esta escuela reclamaba la resolución del asesinato de la joven Edith Pérez Gutiérrez ocurrido la semana pasada.