WASHINGTON. Las reformas económicas de México van en una “excelente dirección” que apunta a un mayor crecimiento económico futuro, afirmó hoy la directora en Washington de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Inés Bustillo.

 

“Las reformas que están teniendo lugar en México obviamente son reformas que van a ser más conducentes a un crecimiento”, dijo en entrevista al referirse a la serie de cambios en temas como energía y telecomunicaciones.

 

Bustillo, de nacionalidad uruguaya y quien participó aquí en un foro organizado por el Consejo de las Américas sobre las perspectivas económicas de la región, indicó que es difícil evaluar cuánto tiempo tomará para empezar a ver el impacto en la tasa de crecimiento.

 

“Todo tipo de reformas requiere tiempo en producir resultados, algunos más rápidos que otro, pero hay un contexto internacional más favorable y las reformas van en una excelente dirección”, manifestó.

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló la víspera que México mantendrá un “fuerte” crecimiento económico en 2015 tras la puesta en vigor de las reformas estructurales.

 

“En México, tras un débil primer trimestre, el crecimiento ha repuntado, impulsado por una robusta demanda externa y se espera que permanezca fuerte en 2015 mientras el impacto de las reformas estructurales empieza a hacer efecto”, indicó un informe del FMI.

 

Cepal recortó este mes las proyecciones de crecimiento para América Latina en 2014, de 2.7 por ciento a 2.2 por ciento, arrastrado por las economías de Sudamérica toda vez que ni México ni Centroamérica mostraron señales de desaceleración.

 

Bustillo, quien señaló durante el foro que el crecimiento de México ha sido hasta ahora insuficiente, destacó no obstante como positivo que el país busque implementar cambios a programas de combate a la pobreza.

 

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció este mes la transformación del programa “Oportunidades” en “Prospera”, el cual incorporará nuevas alternativas para que los beneficiarios se incorporen a la vida productiva, con la meta de disminuir la pobreza en el país.

 

“Los sistemas (de disminución de la pobreza) que se han aplicado en México y en otros países han sido muy efectivos, pero si obviamente hay que hacer reformas a esos sistemas, para que sean más conducentes a una reducción de la pobreza y una inserción en el mercado de trabajo más sostenible en el largo plazo”, señaló.

 

Bajo los lineamientos de “Prospera”, todos sus beneficiarios seguirán recibiendo los apoyos que han tenido hasta hoy, pero ahora contarán, con nuevas alternativas para incorporarse a la vida productiva a fin de de disminuir la pobreza en el país.

 

Durante el foro del Consejo de las Américas, expertos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) coincidieron que las perspectivas económicas de América Latina dependerán en parte de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.

 

La Reserva Federal tiene previsto concluir el mes próximo la compra de instrumentos financieros respaldados por hipoteca, aunque manifestó que mantendrá la tasa de fondos federales en su nivel de 0.0 a 0.25 por ciento por un tiempo considerable.

 

“Si es ordenada, el panorama será nublado y con lluvias cortas, pero si es atropellado (…) va a ser una tormenta más fuerte, y hay que estar preparado para sortear las condiciones globales”, dijo Ramón Aracena, economista en Jefe para América Latina del IIF.

 

Charles Collyns, director gerente del IIF, detalló en ese sentido que América Latina debe estar pendiente en caso de que la Reserva Federal decida elevar las tasas de interés antes de las expectativas de los mercados.

 

“Hay un riesgo de las cosas vayan mal si la Reserva sube las tasas más rápidamente. Podríamos ver un alza en los rendimiento de largo plazo y más presiones a los mercados emergentes, incluida la fuga de capitales”, apuntó Collyns.

 

Sin embargo, destacó que el impacto sería diferenciado y que países como México no tendrían de que preocuparse gracias a que ha sostenido políticas macroeconómicas sólidas, pero la situación podría ser distinta para países como Brasil, Venezuela o Argentina.

MG