WASHINGTON. El presidente Barack Obama reconoció el precario futuro que enfrentan sus acciones de alivio migratorio aún si la Suprema Corte de Justicia reafirma su autoridad ejecutiva y deja el camino libre a su implementación.

 

En una entrevista con el diario POLITICO que publicó este lunes, el mandatario sugirió que sólo una reforma migratoria resolverá la situación que enfrentan 11 millones de indocumentados, aunque tales prospectos resultan inexistentes en estos momentos.

 

Por ello Obama defendió una vez más su decisión de ampliar el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA), e implementar una variante para adultos conocida como DAPA, que se estiman beneficiarían a casi cinco millones de personas.

 

“Desde mi punto de vista las acciones ejecutivas han tenido un importante uso cuando el proceso legislativo se ha agotado”, indicó el mandatario, en clara alusión a la negativa de los republicanos en el Congreso a retomar el debate migratorio.

 

La semana pasada la Suprema Corte de Justicia aceptó escuchar la apelación interpuesta por la administración Obama sobre el fallo contra la implementación de las acciones ejecutivas, detenidas por un juez federal en Texas.

 

Un fallo a favor revertiendo el de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Nueva Orleans, dejaría al gobierno federal con apenas meses para implementarlas antes que Obama deje la presidencia en enero del 2017.

 

En este sentido, Obama reconoció que en el corto plazo el futuro de las acciones ejecutivas estará determinado por quien resulte electo presidente.

 

“Aun si la Suprema Corte de Justicia reafirma mi autoridad en los cambios migratorios que he realizado, ellos pueden ser revertidos por un futuro presidente, pero no así una solución legislativo”, apuntó.

 

Obama señaló que aunque su preferencia ha sido siempre resolver situaciones a través del Congreso, “si hemos utilizado acciones ejecutivas ha sido porque el Congreso ha sido disfuncional”.

 

Consideró por ello que el contraste que debe importar a los electores debe ser cómo buscan demócratas y republicanos resolver algunos retos que enfrenta el país, como la migración, más que las diferencias de personalidad entre sus candidatos.

 

“Para mi el contraste relevante no es entre Bernie Sanders y Hillary Clinton; el contraste relevante es entre Bernie Sanders y Hillary Clinton y (respecto de) Donald Trump y Ted Cruz y la visión que están ofreciendo a país sobre hacia donde nos quieren llevar”, apuntó.