El gobierno que iniciará el 1 de diciembre de 2018 deberá impulsar una nueva reforma fiscal si la tasa del impuesto a las empresas en Estados Unidos queda muy por debajo de 30% que actualmente se aplica en México, adelantó Herminio Blanco, directivo de la consultora IQOM Inteligencia Comercial y exsecretario de Comercio mexicano entre 1994 y 2000.

 

Quien fuera el jefe negociador del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994 y actualmente está en renegociación consideró que para evitar grandes diferencias en los impuestos corporativos entre México y EU, el próximo gobierno tendría que analizar esa posibilidad.

 

Refirió que la Cámara de Representantes y el Senado estadounidenses aprobaron cada uno su versión de reforma fiscal, y si bien ambas plantean un recorte a la tasa de impuestos corporativos de 35% actual, a 20%, la primera quiere que entre en vigor el año próximo, mientras el segundo propone que se implemente en 2019.

 

De acuerdo al proceso legislativo que debe seguir la reforma fiscal de Estados Unidos, a partir de este lunes se integrará un comité de conferencia en donde representantes y senadores tendrán que negociar las diferencias entre las propuestas de cada cámara.

 

“La diferencia no va ser entre 20 y 30% que tenemos nosotros, va a ser medio, y hay que ver de qué tamaño es, pero un país como México, con la cercanía con Estados Unidos, no puede estar muy diferente, porque queremos que las empresas estén aquí”, subrayó.

 

El economista principal de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Paolo Giordano, sugirió esperar los “detalles” de la reforma fiscal y la tasa de impuestos corporativos que termine aprobándose en el Congreso de Estados Unidos, para ver si se impulsa la repatriación de capitales a ese país.

 

“Si fuera el caso que la tasa efectivamente pagada en Estados Unidos bajara sustancialmente, México va a estar claramente en una situación de presión de ver a la baja su tasa. Ahora, que se haga o no se haga, eso va a ser una decisión de política económica de México, pero sí, los incentivos van a estar en aquella dirección”, apuntó.

 

En el marco de la presentación del estudio “Oportunidades de diversificación comercial de México”, de la consultora IQOM Inteligencia Comercial, llevado a cabo por encargo del BID, comentó que una tasa corporativa mayor a la de Estados Unidos le resta competitividad a México, pues influye en las decisiones de inversión de los empresarios, quienes optimizan las mismas en función de la carga tributaria que tienen los países.

 

Precisó que las decisiones de inversión no dependen sólo de la carga tributaria, pues hay muchas otras situaciones o incentivos empresariales que van más allá de la reforma fiscal para localizarse más cerca de los consumidores o de los centros de innovación tecnológica.

 

“El impacto de la reforma fiscal puede ser importante, pero creo que hay que tener cuidado de no sobreestimar, porque se podrían tomar decisiones, como recortar a la baja, que después no necesariamente inciden realmente en las estrategias de las empresas”, añadió.

 

 

Guajardo: TLC por sí solos no generan desarrollo

El titular de la Secretaría de Economía (SE), Ildefonso Guajardo Villarreal, reconoció que, por sí solos, los acuerdos comerciales no son suficientes para sostener un modelo de desarrollo.

 

Al impartir la conferencia “Política comercial de México en un entorno complejo y cambiante”, en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), destacó que se han logrado 12 tratados comerciales internacionales que conectan al país con más de mil millones de consumidores en el mundo, lo que significa una estrategia correcta, sin embargo más importantes han sido las reformas económicas para acompasar este cambio con una flexibilidad en materia de competitividad.

 

Con motivo del 60 aniversario de graduación de la generación 1951-1956 en Ciencias Jurídicas de la Facultad de Derecho y Criminología señaló que el marco jurídico totalmente apropiado permite a México generar confianza, inversión y una competencia saludable.

 

El funcionario federal expuso que el siguiente reto es la reconstrucción de las capacidades en materia de seguridad, fortaleza del Estado de derecho y la adecuación a las nuevas tendencias en materia de derechos humanos.

 

 

 

con información de Redacción

*edición impresa 24 Horas

 

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