La reforma político electoral, avalada por el Congreso de la Unión en febrero del año pasado, olvidó homologar la fecha de toma de protesta de gobernadores y presidentes municipales, por lo que los nueve mandatarios estatales que asumirán sus cargos lo harán en fechas diferentes y hasta con cinco meses de distancia de la elección.

 

A pesar de que la jornada electoral se registró el pasado 7 de junio, será hasta el próximo año cuando, por ejemplo, el presidente municipal electo de Cuernavaca (Morelos), Cuauhtémoc Blanco, tome protesta al cargo, es decir, siete meses después de los comicios (hasta el 1 de enero de 2016).

 

En el mismo caso se encuentra el gobernador electo de Colima, José Ignacio Peralta, quien tomará protesta a su nuevo cargo público a cinco meses de distancia de las elecciones, ya que rendirá protesta ante el Congreso de su entidad el 1 de noviembre.

 

Del mismo modo se encuentran los gobernadores electos de Michoacán, Nuevo León y Guerrero; Silvano Aureoles Conejo (PRD), Jaime Rodríguez Calderón (Independiente) y Héctor Astudillo Flores (PRI), respectivamente, quienes tomarán su nueva encomienda después de cuatro meses de la jornada electoral, es decir en octubre próximo.

 

Y los próximos gobernadores constitucionales de Baja California Sur, Campeche, San Luis Potosí y Sonora; Carlos Mendoza Davis (PAN), Alejandro Moreno Cárdenas (PRI), Juan Manuel Carreras (PRI) y Claudia Pavlovich (PRI), respectivamente, lo harán en septiembre, es decir, a tres meses de distancia.

 

De igual modo, los 500 diputados federales que integrarán la legislatura número 63 del Congreso de la Unión cuentan con 60 días de asueto, luego de la jornada electoral, antes de rendir protesta en San Lázaro el próximo 1 de septiembre.

 

Entre otras atribuciones, la reforma constitucional permitió el cambio de nombre al órgano electoral nacional, que pasó de ser Instituto Federal Electoral (IFE) a Instituto Nacional Electoral (INE); además, anticipó 30 días la fecha de las elecciones (de julio a junio).

 

En el caso de la toma de protesta del próximo Presidente de la República, la reforma política modificó el artículo 83 de la Constitución para adelantarla dos meses, es decir, del 1 de diciembre al 1 de octubre.

 

Los cambios constituciones también ordenaron la concurrencia de comicios federales y locales para el primer domingo de junio de cada año electoral; sin embargo, la reforma dejó al libre albedrío de los estados las fechas en que sus gobernadores y presidentes electos jurarán protesta a su cargo.

 

En el marco de esa situación, el gobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, lanzó la propuesta para que Héctor Astudillo Flores, gobernador electo, tomara su nuevo cargo antes del 27 de octubre, fecha legal de la protesta como nuevo gobernante.

 

Sin embargo, en entrevista con este diario, Astudillo Flores dejó claro que esta situación es imposible de cumplirse debido a que legalmente está impedido de tomar posesión antes de la fecha marcada por la Constitución de su entidad, “adelantar la entrega de la función pública es un asunto que no es posible legalmente, ni tampoco políticamente”.

 

El exdiputado federal de extracción priista afirmó que será necesario que los integrantes de la nueva legislatura en San Lázaro impulsen una nueva reforma constitucional para permitir la unificación de las fechas de toma de protesta y evitar tiempos prolongados.