Una que vez que Donald Trump tome posesión como Presidente de Estados Unidos, nadie duda que el futuro gobierno norteamericano aplicará medidas proteccionistas lesivas a países competidores y en particular al interés mexicano. Por lo tanto, habrá que explorar e implementar nuevas estrategias y medidas para impulsar la inversión, la producción y el empleo en nuestro territorio; fortalecer el mercado interno y diversificar nuestro comercio e inversiones. Ésta es la tarea urgente.

 

Las anteriores son algunas de las recomendaciones del maestro Mauricio de María y Campos en un amplio e interesante estudio titulado El TPP: orígenes, objetivos, implicaciones y recomendaciones para México”, publicado por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, del Senado de la República.

 

Como el TPP está “in artículo mortis”, lo que al columnista le pareció relevante y quiere compartirlo con los lectores en estas fiestas decembrinas, es el tema de la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) que aborda De María, quien se plantea la siguiente interrogante: ¿se retirará el gobierno de EU del TLCAN? “No lo creo”, se responde. Y agrega:

 

“Lo más probable es que busque modificarlo a su favor. En cualquier caso, seguramente propondrá difíciles modificaciones, acuerdos paralelos e iniciativas legislativas radicales para justificar de forma política su acción, dado el gran sentimiento antilibre comercio que llevó a Trump a la Presidencia. No conoceremos las intenciones concretas de su administración hasta el primer trimestre del año próximo, dice, pero debemos estar preparados para cualquier eventualidad. Lo verdaderamente importante ante las amenazas de Trump es que México prepare con cuidado sus planes de contingencia y, sobre todo, defina una nueva política económica y de comercio internacional, e incluso la manera de asociarnos al vecino del Norte y otros países, en función de los intereses nacionales y de las frías realidades del nuevo contexto político y económico que ha de prevalecer en el mundo en los próximos años y en la Unión Americana”, –no de especulaciones anticipadas, recomienda el experto.

 

Hay que observar de cerca la evolución del nuevo gobierno norteamericano y sus programas a partir de enero, y estar listos para emprender un esquema urgente en respuesta a las medidas inmediatas que adopte el gobierno de Trump y redefina en paralelo sus programas y políticas de gobierno de mediano y largo plazo, a partir de un diagnóstico, y un balance detallado de nuestros intereses nacionales e internacionales, tarea que tendrá que realizar la sociedad mexicana, en particular sus legisladores y partidos políticos durante 2017 y 2018.

 

“Es importante que se actúe con dignidad y rapidez frente a la embestida de la nueva gestión de EU y al mismo tiempo con actitud previsora y la creatividad negociadora que exigen las circunstancias en México, la Unión Americana y el resto del mundo, que parece estar contagiándose de temor e incertidumbre ante la llegada de un nuevo paradigma político y económico de alcance global”, concluye De María y Campos.

 

(Por vacaciones a los lectores, esta columna reanudará su publicación el lunes 9 de enero. ¡Felicidades!)