Entre julio de 2014 y el mismo mes de este año, los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) redujeron su pronóstico de crecimiento para 2016 a la mitad, pues hace dos años preveían que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandiera 4.15%, mientras que ahora esperan que lo haga en 2.16%. En tanto, para 2017 la economía apenas alcanzaría 2.5%.

 

La disminución del pronóstico en julio representó 0.12 puntos porcentuales menos respecto a la expectativa de junio y fue el mayor descalabro del indicador desde febrero pasado.

 

Los especialistas consideraron que las mayores amenazas para el crecimiento económico provienen del exterior. Entre éstas destacaron la debilidad económica internacional, los precios del petróleo, aunque este último factor está empatado con los problemas de seguridad interna en el país, pues fue señalado por 8% de los encuestados.

 

Las previsiones del sector privado se ubican dentro del rango de crecimiento esperado por el Banxico y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), instancias que en las últimas semanas redujeron sus expectativas.

 

El grupo de expertos señaló además que el tipo de cambio concluirá en 18.5 pesos por dólar, es decir, siete centavos más que lo esperado en el mes anterior.

 

Para el año que entra, el pronóstico es que la divisa estadunidense sea 20 centavos más barato que al cierre de 2016, pues estimaron que se ubicará en 18.30 pesos.

 

Este jueves, una consulta entre empresarios de la construcción, la manufactura y el comercio mostró que no tienen confianza para invertir en el país y se mantienen recelosos de la situación actual de la economía.

 

De acuerdo a la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, pese a que el consumo es la actividad que sostiene la economía nacional, el sector comercial es el que presenta menor confianza para invertir, pues apenas alcanzó 21 puntos en agosto, es decir, cuatro unidades menos que en el mismo mes del año anterior.

 

Entre las empresas constructoras el pesimismo también tiene un papel protagónico, pues tienen el Indicador de Confianza Empresarial más bajo, que apenas alcanza 45.7 unidades, contra 47 puntos en agosto de 2015.