A Alberto Anaya se le comienzan a complicar las cosas, pues un grupo al interior del Partido del Trabajo ha iniciado una rebelión contra la dirigencia nacional y su decisión de ir en alianza con Morena, de Andrés Manuel López Obrador, a las elecciones presidenciales del próximo año.

 

La facción disidente, denominada Frente de Independencia Nacional y que encabeza Rosalino Pérez Cruz, miembro del Comité Ejecutivo Estatal de Veracruz, cuenta hasta el momento con 300 mil militantes de los estados de México, Yucatán, Baja California Sur, Coahuila, Hidalgo, Quintana Roo y la Ciudad de México. Sin embargo, prevén que ese número aumente hasta 700 mil con la adición de otras 11 entidades, que en los siguientes días anunciarán su ruptura con la cúpula nacional petista.

 

Nos dicen que, en breve, acudirán ante el Instituto Nacional Electoral para exigir la nulidad del décimo Congreso Nacional Ordinario, donde supuestamente se renovó la dirigencia nacional y que no fue cumplida, pues con las artimañas de siempre le dieron la vuelta al mandato del Tribunal Electoral, y el órgano de dirección del partido quedó prácticamente sin cambios.

 

El Frente desconoce también el acuerdo alcanzado entre el PT y Morena rumbo al proceso electoral de 2018, al argumentar que no tiene un proyecto concreto de nación, además de que no comparten ni las ideas ni la política de López Obrador, por lo que en los próximo días buscarán adherirse a otros institutos políticos que compartan una expresión progresista y sin favoritismos.

 

El de los dineros también es un tema que está sobre la mesa, pues dicen que a pesar de los múltiples reclamos de transparencia, Alberto Anaya nunca les ha dado una explicación de la manera en que se gastan los más de 370 millones de pesos que recibe el partido cada año, producto de prerrogativas.

 

Al cacique mayor del PT le están creciendo los enanos, y la rebelión al interior del partido podría ser de enormes proporciones, pues es muy grande el descontento por la falta de democracia y rendición de cuentas, dos conceptos que parecen desconocer Alberto Anaya y su camarilla.               

 

                          

EL FUTURO DEL FRENTE

A pesar de que, el fin de semana, el PRD avaló en su Consejo Nacional un resolutivo para ir en coalición con el PAN y Movimiento Ciudadano a las elecciones del próximo año, la permanencia del sol azteca en el Frente no está del todo segura, pues dos de las más importantes corrientes al interior de ese partido ADN y Vanguardia Progresista condicionaron su aval a que el candidato presidencial de ese bloque salga de un proceso democrático y transparente y no sea por imposición.

 

Con esta sentencia, el futuro del Frente depende del panista Ricardo Anaya, pues está en sus manos aceptar un método democrático de selección, cosa que se ve muy complicada, pues abrir el proceso a una consulta a las bases sería entregar la candidatura presidencial, pues tiene en Miguel Ángel Mancera y Rafael Moreno Valle a dos grandes figuras que le podrían tirar su sueño de toda la vida: competir por la grande en 2018.

 

 

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@JuanMDeAnda