EL CAIRO. Egipto reabrió hoy al público las tumbas de Iymery y de su hijo mayor, Neferbauptah, conocidos como los sacerdotes del rey Keops, que reinó hace unos 4 mil 600 años.

 

Las dos tumbas, que han permanecido casi ocho años cerradas para su restauración, “reflejan, mediante sus elementos arquitectónicos, las tradiciones religiosas y laborales en el Antiguo Imperio egipcio” (2.700-2.350 a.C.), explicó a la prensa el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati, que presidió el acto.

 

Ambos enterramientos, contiguos y con las puertas abiertas hacia el levante, se remontan a la V dinastía faraónica (2.500-2.350 a.C) y se encuentran en el Cementerio Occidental de las pirámides de Giza, a pocos metros de la pirámide de Keops.

 

Este monarca egipcio (2550 a.C. – 2527 a.C.) fue el segundo faraón de la IV Dinastía y el historiador clásico griego Heródoto llamó Keops.

 

La tumba de Iymery, cuyos muros interiores están adornados con escenas policromadas, arranca en un portal que conduce a una cámara pequeña, conectada con otra más grande.

 

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Foto: EFE

 

 

Una nueva apertura en este recinto comunica con una tercera habitación en la que se puede observar una puerta falsa que simboliza el umbral entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y en el fondo, la sala de las ofrendas.

 

Entre los temas principales que aparecen sobre las paredes de las habitaciones, en los que predominan los grabados y trazos granate y azul verdoso, destacan una escena que representa la producción de vino, otra en la que aparecen portadores de ofrendas de ambos sexos y una tercera en la que son transportados enseres funerarios.

 

A la izquierda de la tumba de Iymery, se halla la de su hijo Neferbauptah, que empieza con una puerta, ubicada detrás de dos pilares, y que lleva a una sala en cuyo fondo se levanta una estatua del finado, tallada en altorrelieve.

 

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Foto: EFE

 

 

Una segunda puerta conduce al visitante a otra cámara con otros dos pilares, que da paso a la sala funeraria, en cuyas paredes se pueden contemplar escenas de la recaudación de impuestos, sacrificios y otras actividades.

 

Los dos sacerdotes fueron también conocidos por los títulos de “supervisor del gran Estado”, “sacerdote de Jofu (nombre egipcio de Keops)” y “querido de su maestro”, según detalló el Ministerio de Antigüedades con motivo de la reapertura.

 

Las dos tumbas, construidas con bloques de piedra caliza en el interior de una mastaba, fueron cerradas a las visitas en 2007, cuando empezaron los trabajos de restauración, que se suspendieron a raíz de la revolución del 25 de enero 2011, y que se reanudaron hace seis meses.

 

Según el jefe del Departamento de Restauración del Ministerio de Antigüedades, Wadalá abu Al Aila, fueron reformados el suelo de la primera y la segunda sala de la tumba de Iymery, cuyos muros fueron consolidados.

 

Mientras, en el sepulcro de Neferbauptah fueron limpiadas y rehabilitadas las paredes y se fortaleció el techo de madera de la primera sala.

 

En ambas se instalaron nuevos sistemas de iluminación.

 

Las dos tumbas fueron descubiertas por el arqueólogo estadounidense George Reisner en el año 1925, y son consideradas como los sepulcro más bonitos del Cementerio Occidental, por sus escenas policromadas que dejaron grabados detalles de la vida diaria del Antiguo Imperio egipcio.