LA HABANA. El presidente de Cuba, Raúl Castro, admitió que la economía del país atraviesa “circunstancias adversas” que obligarán a la reducción de gastos y al fomento del ahorro, pero rechazó los “augurios” sobre un inminente colapso económico o un retorno al conocido como “Periodo Especial”.

 

En el primer semestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) creció uno por ciento, la mitad de lo previsto, según dijo Castro ante la Asamblea Nacional del país.

 

Ante el pleno, explicó que ese resultado ha estado condicionado por factores como el incumplimiento de los ingresos por exportaciones unido a “una determinada contracción en los suministros de combustible pactados con Venezuela” y a la vigencia del bloqueo de EU, entre otros factores.

 

“En estas circunstancias adversas, el Consejo de Ministros adoptó un conjunto de medidas dirigidas a enfrentar la situación y garantizar las actividades principales que aseguran la vitalidad de la economía, minimizando las afectaciones a la población”, indicó Raúl Castro en el discurso divulgado por medios oficiales.

 

El presidente cubano rechazó las “especulaciones” y “augurios” que tienen como propósito “sembrar el desánimo y la incertidumbre” relativos a “un inminente colapso” de la economía “con el retorno a la fase aguda del periodo especial” decretado a inicios de los 90 tras la caída del bloque soviético.

 

“No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas”, aseguró.

 

Tras destacar que no hay espacio para las improvisaciones “y mucho menos para el derrotismo”, Raúl Castro afirmó que es necesario “reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles”, así como fomentar el ahorro y el aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles.

 

Las medidas que pondrá en marcha el gobierno también irán orientadas a concentrar las inversiones en las actividades que generen ingresos por exportaciones, sustituyen importaciones y respaldan el fortalecimiento de infraestructuras, asegurando la sostenibilidad de la generación eléctrica y un mejor uso de los portadores energéticos.

 

“Se trata en síntesis de no detener, en lo más mínimo, los programas que garantizan el desarrollo de la nación”, afirmó el presidente cubano, quien también garantizó la preservación e incremento de la calidad de los servicios sociales.

 

Raúl Castro reafirmó el propósito de proseguir con la actualización del modelo económico de la isla, “al ritmo que definamos soberanamente forjando el consenso y la unidad de los cubanos en la construcción del socialismo”.

 

Antes del discurso de Castro, el titular de Economía, Marino Murillo, anunció que en los últimos seis meses del año habrá un ajuste en el consumo energético, cuyo suministro se verá afectado en un 25 por ciento.

 

No obstante, Murillo remarcó que esa restricción no afectará al sector residencial, que gasta el 60 por ciento de la electricidad producida en la isla, por lo que el ajuste se realizará en el 40 por ciento restante.

 

Añadió que ante los problemas de liquidez que afronta el país, se restringirán los pagos en divisas y se reducirán los créditos con el fin de evitar el endeudamiento futuro.

 

A principios de esta semana, el gobierno cubano admitió un “complejo escenario” económico que ha impactado en los ingresos del país, con dificultades en la liquidez por la caída de los precios internacionales del níquel y el petróleo. |DEC