MADRID. La situación política en España se mantiene bloqueada después de que el candidato del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, no consiguiera el apoyo expreso de ningún partido para ser reelegido presidente del Gobierno, en su primera ronda del contactos, tras las elecciones del pasado junio.

 

A seis días de la apertura del Parlamento, el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, aseguró que tiene interés en someterse a la reelección, pero advirtió de que si tiene la certeza de que no prospera la votación en el Congreso, abriría un periodo de reflexión con otros partidos para ver qué salida se da.

 

Rajoy baraja el 2 agosto para someterse a la primera votación en la que intentará ser reelecto por el Congreso por mayoría absoluta, al menos 176 escaños de 350, en caso de que el rey le proponga.

 

En caso de que no fuera elegido en primera ronda por mayoría absoluta, tendría que someterse a una segunda votación el jueves 4 de agosto, en la que ya le bastaría tener más votos a favor que en contra, es decir por mayoría simple.

 

Esta situación recuerda a la que ya se vivió en España, tras las elecciones del 20 de diciembre, en las que el PP fue el partido ganador en un parlamento muy fragmentado con cuatro grupos políticos principales que no consiguieron llegar a un acuerdo de gobierno y hubo que repetir las elecciones el 26 de junio.

 

Entonces, Rajoy declinó la propuesta del rey de presentarse a la investidura como presidente del Ejecutivo y el socialista Pedro Sánchez, líder del primer partido de oposición, no consiguió los apoyos suficientes.

 

En los comicios de junio, el PP consiguió 137 de los 350 escaños del Congreso, pero no son suficientes para poder gobernar, por lo que necesita el apoyo de otros grupos.

 

PSOE reitera su no a Rajoy

El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, segundo partido con 85 diputados en la Cámara, comunicó a Rajoy que “a día de hoy” los socialistas se reafirman en que votarán en contra si se presenta a la reelección.

 

Sánchez consideró preocupante que dos semanas después de las elecciones, Rajoy no haya obtenido el respaldo de ningún otro grupo, por lo que le animó a abrir una negociación “seria” con sus “aliados naturales”, pero sin contar con los socialistas.

 

Sin embargo, el partido más próximo al PP, los liberales de Ciudadanos, con 32 diputados, han decidido optar por el no en la primera votación de investidura y abstenerse en la segunda.

 

Esta decisión, junto al no de la coalición de izquierda Unidos Podemos con 71 diputados, hacen imposible la elección de Rajoy como presidente del Gobierno, ya que necesitaría 176 síes de los 350 diputados de la cámara.

 

“Yo estoy dispuesto a mojarme y gobernar sean cuales sean las circunstancias”, afirmó este miércoles Rajoy en una comparecencia ante la prensa.

 

En este sentido, el candidato popular entregó a Sánchez y envió a otros partidos una propuesta de gobierno “moderada y abierta al diálogo y a los pactos” para que pueda comenzar la legislatura.

 

Entre las iniciativas del candidato popular está un pacto por el empleo, favorecer un crecimiento sólido, fortalecer los pilares del Estado del bienestar y la defensa de la España constitucional y de las libertades.