LE VERNET, Francia. Venían buscando consuelo y encontraron más motivos para la rabia y el dolor cuando el fiscal de Marsella, Brice Robin, les reveló que el accidente que costó la vida a sus allegados había sido provocado de forma aparentemente deliberada por el copiloto del avión.

 

“Un mazazo”, según describió una persona presente en ese momento, que tuvo lugar en el aeropuerto de Marsella poco antes de que el fiscal compareciera ante los medios de comunicación para comunicar la noticia.

 

El secretario de Estado de Fomento de España, Julio Gómez-Pomar, afirmó que fue como si “revivieran” la tragedia que les dejó sin sus seres queridos.

 

El análisis del contenido de una de las dos cajas negras del avión de Germanwings reveló que el copiloto, un joven alemán identificado como Andreas Lubitz, provocó el siniestro de forma aparentemente voluntaria.

 

Los primeros 20 minutos, según relató en conferencia de prensa el fiscal francés del caso, Brice Robin, muestran que su conversación con el comandante transcurrió en un tono cortés e incluso cordial, pero que sus respuestas comenzaron a ser “lacónicas” y breves durante la preparación del informe para el aterrizaje.

 

Justo después, el comandante le pidió que tomara el mando porque iba a ausentarse de la cabina, presumiblemente para ir al baño, y fue en ese momento en que Lubitz se quedó solo cuando bloqueó el acceso desde fuera, y la tripulación y la torre de control perdieron el contacto con él.

 

El joven, de 27 años accionó el sistema de descenso “pese a que no tenía razones para hacerlo” y no pronunció palabra en el resto del trayecto.

 

La grabación de la caja negra, según el fiscal, permite saber que el comandante reclamó que le abriera la puerta e intentó derribarla por la fuerza ante la falta de respuesta, así como que las advertencias de los controladores ante el inesperado descenso del avión tampoco fueron atendidas.

 

Ayer hubo lágrimas, lamentos, gritos, pero sobre todo coraje y respeto. “Las familias han sido extraordinarias”, indicó el vocero del Ministerio francés de Interior, Pierre-Henri Brandet.

 

Fue el momento más duro de un día largo, intenso, en el que casi 300 familiares, de ellos 77 españoles, quisieron acercarse lo más posible a la montaña de los Trois-Évêchés, donde reposan ya los cuerpos sin vida de sus familiares.

 

“No daban crédito a lo que escuchaban”, contó una persona que asistió junto a los familiares al relato de Robin.

 

Entre los presentes estaban también los familiares del copiloto Andreas Lubitz, a quien los investigadores franceses reprochan haber querido estrellar el avión de forma deliberada.

 

Tres horas de trayecto en autobús les llevaron hasta el pie de la montaña donde todavía reposan los restos de sus seres queridos.

 

Un día largo, pero sobre todo triste.

 

Aerolíneas reforman protocolo de seguridad

 

LONDRES. La aerolínea británica de bajo coste easyJet anunció que obligará a partir de hoy a que al menos dos miembros de la tripulación estén en la cabina del avión en todo momento durante sus vuelos.

 

En un comunicado, la Autoridad Aérea británica señaló que ha pedido a todas las aerolíneas del país que “revisen todos los procedimientos relevantes” a raíz de los detalles que han emergido sobre el accidente en los Alpes franceses.

 

“Un piloto de aerolínea que vuele junto, al menos, otro piloto” debe pasar cada año unas pruebas en las que los examinadores evalúan, entre otros parámetros, su salud mental, detalló el organismo.

 

Tras el anuncio de easyJet, otras aerolíneas han anunciado medidas similares. La low cost Norwegian también obligará a partir de hoy a que al menos dos miembros de la tripulación estén en la cabina del avión en todo momento durante los vuelos.

 

Al otro lado del Atlántico, Air Canada ha anunciado también que seguirá los pasos de las dos compañías europeas de bajo coste. En un correo electrónico, una vocera de la aerolínea más grande de Canadá ha señalado que está modificando sus protocolos para asegurar que todos los vuelos tienen en todo momento dos personas en la cabina, un cambio que pretende implementar sin “demora.