Cuando se le pregunta a Ana Paula Sánchez Cortés, de 14 años, qué la impulsa a estudiar incansablemente, su respuesta es rápida: quiere ser científica o ingeniera nuclear para explicar y descubrir cómo funciona el universo.

 

Este sueño la llevó a conseguir uno de los mejores promedios en los exámenes de la Comipems y a ganarse su lugar en una de las instituciones de Educación Media Superior del Instituto Politécnico Nacional.

 

Ana es una chica aplicada con promedio sobresaliente, que vive en la colonia Guerrero, en la Ciudad de México, y estudió en la Secundaria Anexa a la Escuela Normal Superior.

 

El amor por la ciencia se lo inculcaron sus padres -ambos economistas de profesión- quienes le enseñaron a manejar las matemáticas y a divertirse desde que era una niña pequeña con una materia que para muchos estudiantes es sinónimo de un cuento de terror.

 

“Las matemáticas son algo complicadas pero a mí me gustan mucho, resolver problemas y así, por eso quise hacer mi examen para el Cecyt 9, porque está más enfocado a las matemáticas, desde que era muy chica mis papás me inculcaron el amor por la materia”, platica.

 

Ana se sintió feliz cuando se enteró de que el suyo fue el segundo mejor promedio de la Zona Metropolitana del Valle de México en el examen de la Comipems, para el cual estudió durante meses.

 

Admiradora de varios de los científicos más importantes y reconocidos de la historia, Charles Darwin, Albert Einstein y Stephen Hawkins, Ana Paula quiere estudiar para aprender a explicar el universo y descubrir sus misterios.

 

“Yo quiero ser física teórica, que son los que investigan el origen del universo y hacen teorías para recrear momentos esenciales que dieron pie a la vida. Eso me llama mucho la atención”, contó a 24 HORAS.

 

Para ella es una lástima ver cómo a la ciencia no se le ha dado más importancia en el país, pues para ella el camino hacia el progreso y un mejor futuro pasa por más programas de investigación y apoyo al talento mexicano.
“Para mí la ciencia se ubica hacia el progreso y creo que ya no estamos ubicados hacia él. Yo quisiera irme a estudiar al extranjero y después regresar aquí para ayudar a impulsar las investigaciones. Me gusta la ciencia porque siempre puedes seguir progresando y encontrar nuevas cosas, puedes descubrir que no todo lo que te enseñaron tiene que ser verdad, siempre puedes encontrar algo más”.