La detención de Javier Duarte no ha sido suficiente para calmar los ánimos de los muchísimos agraviados por la actitud y el proceder del ex gobernador de Veracruz.

 

Tampoco para convencer a otros tantos de que se está actuando en razón de la justicia y para dar un mensaje de que llegó a su fin la era de la impunidad.

 

He visto demasiado (para creerlo)”, diría el obispo de Saltillo, Raúl Vera.

 

De repente, por racimos, la impunidad empieza a desaparecer… -ironizó el religioso- ¡Es porque vienen elecciones!”.

 

Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN al gobierno del Estado de México, se sumó a la ola de incredulidad y aprovechó de paso para golpear a su oponente del PRI:

 

¿Quiénes se beneficiaron por la red de complicidades de Duarte y, por lo tanto, permitieron su fuga? ¿Cuánto del dinero robado de Duarte proviene de Banobras, de cuando Alfredo del Mazo era director?”, cuestionó.

 

El líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, escribió en su cuenta de Twitter:

 

Detienen a Duarte para simular que combaten la corrupción. Pero el pueblo no se conforma con chivos expiatorios, quiere la caída del PRIAN”.

 

Las autoridades tienen “urgencia en demostrar que el sistema está funcionando y es confiable”, aseguran los opositores al régimen.

 

Pero las dudas y las protestas no vienen sólo a título individual. También gremial.

 

Los empresarios, vía el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), exigieron no sólo detener los rostros más visibles de los casos de corrupción que se conocen, sino mostrar “la voluntad política real de desmantelar las redes de complicidades e impunidad que permitieron y permiten la corrupción en las instituciones de todos los niveles de gobierno, y en la misma sociedad”.

 

Quieren que el proceso al ex mandatario veracruzano “sea un ejemplo de que no habrá impunidad”.

 

El propio Arturo Zamora, dirigente del sector popular del PRI (la CNOP), se sumó al clamor generalizado y declaró ayer: “Después de (Javier) Duarte, siguen sus cómplices, es importante ir por la red de corrupción”.

 

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RECONOCIMIENTO A LUIS ECHEVERRÍA.- Si de algo se preciaba el ex presidente Luis Echeverría Álvarez era de su fortaleza física. Y vaya que la tiene. Ahí está todavía: lúcido, vivito y coleando a sus 95 años de edad.

 

Y más aún, laureado por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE).

 

Julio Zamora, presidente de la primera sociedad científica en América, entregó hace unos días al ex mandatario mexicano (1970-1976) su acreditación como miembro distinguido a la institución y un reconocimiento por su aportación a la cultura de México.

 

El acto se llevó a cabo en la propia residencia de Echeverría, en su casa de San Jerónimo, y estuvieron presentes dos personajes muy allegados al también ex embajador de México ante la Unesco: Augusto Gómez Villanueva, quien fue secretario de la Reforma Agraria durante su gestión; y el coronel Jorge Nuño, su más cercano colaborador y director general del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo A.C.

 

GEMAS. Obsequio de Dolores Padierna, coordinadora de la bancada perredista en el Senado: “Hay un acuerdo con (Javier) Duarte para fincarle cargos menores, de carácter económico, para dejarlo libre tarde que temprano; que apenas pase la elección quede en libertad y sin tocar a su red de corrupción, ni a sus amigos ni a sus familiares”.