¿Quién fue primero, el hombre o la mujer? Aunque la mayoría de las religiones argumentan que el hombre, la ciencia había asegurado hasta ahora que la mujer. Sin embargo nuevos estudios han vuelto a cambiar esa concepción.

 

Y es que hasta hace muy poco se consideraba que nuestro ancestro común femenino más reciente fue una mujer africana, la llamada “Eva mitocondrial” y que ella llegó primero, unos 84 mil años antes, mucho antes que “Adán mitocondrial”. Pero ahora dos nuevas investigaciones vuelven a cambiar la historia de la evolución humana.

 

Las investigaciones de los trabajos que se publican en Science de la Universidad de Stanfordhan y del Instituto de Investigación Genética y Biomédica de Monferrato, en Italia, han concluido que los antepasados que pasaron su genoma al resto de la Humanidad prácticamente se solaparon durante el tiempo evolutivo, con diferencia de “tan sólo” ocho mil años.

 

Para este tipo de cálculos se utiliza una especial manera de medir el tiempo: la frecuencia con que aparecen mutaciones en los genes. En el caso de la primera “Eva” se utilizó el ADN de las mitocondrias, que pasan de generación en generación, por vía materna, ya que están en el citoplasma del óvulo. En el caso de los hombres, ha habido que recurrir a lo único que es genética y específicamente masculino: el cromosoma Y.

 

Lo que aún no cambia es el origen de la Humanidad que sigue localizándose en África oriental, donde se cree que la especie humana actual nació hace unos 143 mil años, desde donde los humanos modernos colonizaron al resto del mundo.

 

Los expertos en evolución humana utilizan la genética para explorar el pasado de la humanidad. Lo hacen estudiando los genes mitocondriales que son los que se transmiten intactos, sin mezclas de madres a hijas, y los genes del cromosoma Y, que se pasan del padre a los hijos.

 

De esta forma intentan reconstruir el árbol genealógico de la humanidad y para denominar al ancestro común recurren a los nombres bíblicos “Adán” y “Eva” al que añaden el apellido “mitocondrial”, aunque es muy poco probable que  fueran el único hombre y la única mujer con vida en el momento o los únicos que hoy tienen descendientes. El Adán y Eva mitocondriales fueron aquéllos que lograron trasladar con éxito el cromosoma Y y el genoma mitocondrial a la mayoría de los humanos actuales en un proceso de selección natural.