Dar voz a las expresiones de las comunidades de ciencia, tecnología e innovación (CTI) es una de las tareas sustantivas que la ley impone al Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC (FCCyT) y que, a lo largo de sus 12 años de existencia, cumple de manera decorosa.

 

Sin embargo, aún falta mucho por hacer en la construcción de una cultura compatible con el conocimiento, de modo que tanto ciudadanos como instituciones y gobiernos reconozcamos la importancia que la CTI tiene en la generación de mejores condiciones de bienestar y equidad de oportunidades para el progreso.

 

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Las comunidades de CTI a las que el Foro Consultivo da voz son: el sector académico que va del cuerpo docente en todas las instituciones de educación superior hasta el de investigadores, tanto los que están en el Sistema Nacional (SNI) como los que desarrollan su propias empresas o laboran en áreas de desarrollo tecnológico. También está el sector productivo, donde confluyen empresarios, industriales, tecnólogos, inversionistas y la amplia variedad de emprendedores, cuyos centros producen bienes y servicios, aplican la innovación y mejoran de manera continua servicios, productos o procesos.

 

El sector público tiene particular peso en el ecosistema nacional del conocimiento. La toma de decisiones orienta y da forma al tipo de ciencia y tecnología que se hace en México. Los Poderes de la Unión encabezan esta comunidad, especialmente cuanto hace a la generación de normas que mejoren las condiciones para que el conocimiento surgido de la CTI sirva para resolver los problemas nacionales.

 

La sociedad, principal aportador de recursos con los que se hace ciencia, tecnología e innovación es también la destinataria primordial de los beneficios que el conocimiento puede aportar: los ciudadanos que la integran son trabajadores y contribuyentes que, en ejercicio de sus derechos y responsabilidades, demandan solución de problemas y rendición de cuentas.

 

Los ciudadanos sancionan con sus votos y otras vías democráticas el grado de satisfacción o insatisfacción de necesidades como empleo, seguridad, salud, servicios o vivienda. Muchas de estas demandas hallan en la CTI la más viable solución y la más inteligente distribución de oportunidades para una vida mejor.