La Fed respondió a las expectativas del mercado con su decisión de incrementar en 25 puntos base la tasa de interés y llevarla a 1.25%. Es curioso porque hemos estado viendo en mayo varios indicadores económicos de Estados Unidos que han perdido impulso como el de la creación de empleos que entre abril y mayo promedian 156 mil plazas por mes vs. el primer trimestre de 166 mil plazas; así como el dato de ventas minoristas, el de producción industrial y la inflación.

 

En ese sentido, la percepción es la de un crecimiento moderado para este año, aunque la Fed mejoró la previsión a niveles de 2.2% contra 2.1% anual estimado en marzo pasado. Por el lado de la inflación, parece que los precios del petróleo seguirán inmersos en un rango lateral que estarían reduciendo la presión sobre los costos, por lo que la Fed estima un rango de inflación entre 1.6 y 1.7% anual, cuando en marzo estimaba de 1.8 a 2.0% anual. Consideran que el empleo se mantendrá fuerte y la tasa de desempleo estará en un rango aún menor entre 4.2 y 4.3% vs. 4.5 a 4.6% en marzo pasado.

 

La Fed, además, considera que esta desaceleración es transitoria y que la economía marcha por buen camino, por lo que espera un alza más en la tasa de referencia durante 2017 y posiblemente hasta tres alzas en 2018.

 

El cambio que vimos dentro del comunicado y de su conferencia es la inclusión de empezar a reducir el balance. Es decir, instrumentos que durante la crisis de 2007-2009 lo llevó a comprar bonos del tesoro y bonos respaldados por hipotecas de diferentes plazos y condiciones conforme estén venciendo ya no lo estarán renovando.

 

Detalla un plan para ir reduciendo su nivel de balance de 4.2 a 2.5 billones de dólares. Es probable que en su conferencia de septiembre próximo anuncie la reducción de 10 mil millones de dólares por mes, de los cuales seis mil millones corresponderían a vencimiento de bonos del tesoro y cuatro mil millones a vencimiento de bonos respaldados por hipotecas.

 

Se tiene la idea de que cada tres meses estará incrementando por cada tipo de bono, de manera que en un período de 12 meses, el monto total de vencimientos irá de 10 mil a 50 mil millones de dólares (60% de bonos del tesoro y 40% de bonos respaldados por hipotecas).

 

De esta forma sería en un plazo entre tres y cuatro años cuando la Fed pueda alcanzar su objetivo de reducción. Lo importante será ver si durante este período, las condiciones de la economía se mantienen estables o positivas porque hay quien estima después de 7-8 años de ciclos de alza en bolsas, que podría venir un movimiento correctivo importante y genere una caída en la confianza y en la inversión. Pero eso lo iremos viendo con el tiempo.

 

En nuestra columna anterior dábamos algunos avances en relación a las intenciones del presidente Trump y su administración de empezar a “meterse” dentro de la Reserva Federal, en donde existen dos plazos y en 2018 también tanto Janet Yellen como Stanley Fischer, miembros uno y dos en importancia de la Reserva Federal, tendrían que dejar sus cargos en caso de no ser ratificados por el Presidente y el Congreso.

 

aarl