Hay varios tipos de anarquismo, y sus ideas difieren respecto a la organización de una nueva sociedad. Todos tienen en común que el Estado deber ser sustituido por una sociedad sin clases y sin violencia, fuerza restrictiva o represión. Es precisamente debido a esta creencia en la libertad que no se puedan establecer pautas generales a los distintos movimientos .

 

Los primeros movimientos anarquistas vinieron con el vapor de la revolución industrial y el surgimiento de la clase obrera. Durante el siglo XIX las ideas anarquistas se expandieron por toda Europa, floreciendo en Rusia, Francia y España, donde la guerra entre anarquistas y comunistas fue a muerte.

 

En su haber se registran atentados en concentraciones públicas, fábricas, regicidios como el 1 de febrero de 1908 en un atentado el rey de Portugal Carlos I y el heredero al trono, el príncipe Luís Felipe murieron. También muertos los anarquistas Alfredo Costa y Manuel Buiça.

 

Para el término anarquista la comprensión del dolor o la felicidad se hacen presentes.

 

En ambos casos la filosofía nombra a estas expresiones como subjetividades o una revuelta de la physis en términos del cuerpo como el gusto, el placer, sensaciones, reacciones bioquímicas, en un axioma de conocimiento y sensibilidad.

 

Para el filósofo Peter Sloterjik, el “estar condenado a la individualidad representa el dolor de dolores y al mismo tiempo para los humanos la verdad de verdades. Más si la verdad significa el dolor primordial para el individuo “arrojado” a la “existencia” entonces  es inherente a su intima naturaleza significar para nosotros lo insoportable .”

 

Los actos vandálicos representan el discurso de un cuerpo violentado dado que la “violencia y el logos van juntos porque solo a través de la violencia puede el hablante ser conminado a decir cosas contrarias a los intereses vitales.”

 

La época de las ideas ha llegado a su fin es hora de la época de la energética. El libre juego de poder de dudar. La duda ya no puede seguir refugiándose en la certeza de una idea.

Peter Sloterdijk