El gasto que ejercerá el gobierno federal en 2016 partirá del Presupuesto Base Cero que requerirá de una reingeniería total de la Administración Pública Federal, donde se advierte de la fusión de algunos programas y la eliminación de otros a fin de ahorrar más de 133 mil millones de pesos del erario público.

 

De acuerdo al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), esta técnica presupuestaria se basa en las expectativas para el año entrante, sin referencias a los años anteriores y sin estadísticas históricas.

 

De tal suerte que, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de la mano del Congreso de la Unión, solicitarán a cada unidad gestora una “justificación” detallada del total de sus peticiones presupuestarias.

 

La mayor ventaja del Presupuesto Base Cero consiste en que elimina el incrementalismo (sic) y mejora la eficiencia y eficacia en el uso de los recursos públicos; sin embargo, presenta debilidades e importantes retos para su implementación”, añade el análisis.

 

El CEFP advirtió que su implementación no será fácil, “ya que para su elaboración requiere gran cantidad de tiempo y de papeleo y, si el presupuesto vigente depende mucho del de años anteriores o es muy rígido, el Presupuesto Base Cero es poco efectivo en la reducción del gasto”.

 

“Pero, puede ser una técnica que ahorre gastos sin necesidad de reducir la cantidad y calidad de servicios prestados por la Administración Pública, al eliminarse los servicios ineficaces y estructuras orgánicas inadecuadas”, aclara el documento.

 

Fases para aplicar el Presupuesto Base Cero

 

Según las estimaciones de la SHCP, cuyo titular es Luis Videgaray Caso, dicho ejercicio contará con 4 fases –de las que inició la primera ayer al presentar un primer bosquejo–: “Reducir gastos sin afectar actividades prioritarias, manteniendo los servicios y minimizando efectos negativos.

 

“Suprimir actividades de baja prioridad. En caso de requerir mayores economías la reducción se extiende a actividades de prioridad media. Identificar cada actividad y operación al 100%, a fin de evaluar y analizar la necesidad real de cada una.

 

“Evaluar a fondo cada actividad (gubernamental) para valorar las alternativas, a fin de determinar sus asignaciones presupuestales” refiere el director del CEFP, Pedro Ángel Contreras López; así como el director del área de análisis, José Alfredo Ramírez Fontes.

 

Dónde se ha aplicado el Presupuesto Base Cero

 

La implementación de esta fórmula –añade el documento parlamentaria, del que 24 HORAS tiene copia— fue planteado por primera ocasión por el gobierno de los Estado Unidos en la década de los años setenta.

 

“Inclusive en México, en 1980, se buscó implementar el Presupuesto Base Cero en la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos; sin embargo, dicha técnica presupuestaria no fue posible ponerla en marcha por completo debido, entre otros factores, a que no se disponía de una infraestructura administrativa adecuada”, recordó el CEFP.

 

Sin embargo, en México, la administración pública se guía en la actualidad por un modelo de Gestión para Resultados (GpR), el cual emplea como herramienta el Presupuesto basado en Resultados (PbR), acompañado de la Metodología de Marco Lógico (MML), la Matriz de Indicadores para Resultados (MIR) y el Sistema de Evaluación del Desempeño (SED).

 

¿Cómo se distribuye el gasto público?

 

Los programas presupuestarios se clasifican en 23 modalidades, incluidos en dos grandes grupos de gasto: Programable y No Programable.

 

Al interior del grupo de Gasto Programable, se encuentran los programas federales (subsidios al sector social y privado o entidades federativas y municipios; desempeño de las funciones, administrativos y de apoyo) y los programas de gasto federalizado (aportaciones federales realizadas a las entidades federativas y municipios a través del Ramo 33).

 

Mientras que el Gasto No Programable se integra por tres modalidades: Participaciones a Entidades Federativas y Municipios ; Costo Financiero, Deuda o Apoyos a Deudores y Ahorradores de la Banca; así como Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores.

 

De esta manera, el número de programas presupuestarios que conforman a cada una de las modalidades ha variado a lo largo de los años. La estructura programática a emplear para la integración del PEF 2012, contenía 1,230 programas presupuestarios, en tanto que para 2015 contempla 889 programas.  DM