Proyectos a prueba. Pumas y Chivas prácticamente se juegan la temporada el próximo domingo sobre la grama de CU. Y es que para lo apretado que está el certamen, el enfrentamiento directo entre universitarios y rojiblancos no les deja margen de error cuando quedan dos fechas para que termine un certamen que se debate entre la irregularidad por lo cerrado de la competencia o la mediocridad de sus participantes.

 

No son los únicos que se juegan la vida, pero sí, los únicos en duelo directo. Ambos han llegado a esta etapa a empujones; los felinos son quintos de la tabla con 22 puntos y el chiverío marcha octavo con 21, y perder, para cualquiera, podría dejarlos sin boleto al campeonato.

 

Del lado chiva, Ricardo Antonio La Volpe es el nuevo pastor. En teoría tiene poco que perder. Llegó hace dos partidos al rebaño a recomponer un desastre que se le fue de las manos a José Luis Real, echado como técnico de los tapatíos, aunque reacomodado por enésima vez en un puesto directivo. A Guadalajara le urge meterse a una Liguilla, algo que no consigue desde hace dos torneos cortos, y que sólo ha logrado una vez en los últimos cuatro, cuando en el Apertura 2012, el holandés John Van´t Schip los metió a los cuartos de final para caer ante el Toluca.

 

En Pumas no es muy diferente la situación. Se han metido solamente a una Liguilla en los más recientes cinco torneos cortos. Clausura 2013 fue el certamen, pero cayeron eliminados apenas en los cuartos de final ante el América. Fuera de eso. No hay ninguna otra oportunidad de disputa por el título para los universitarios.

 

A lo anterior hay que sumar que este debería ser el torneo en que el trabajo del técnico José Luis Trejo se consolide. El Apertura 2013 lo trabajó a medias, y terminó con los Pumas metidos en el último lugar general, de ahí que apremie a todos en Universidad una Liguilla que les permita soñar que pueden ser contendientes una vez más.

 

No son los únicos proyectos en juego, aunque sí los más comprometidos. Santos, que mandó al potro al descenso, es tercero de la tabla con 24 puntos, y medio boleto para la Liguilla en la mano; sin duda un duro contendiente con pedro Caixinha al frente, un portugués que quiere demostrar que puede ser campeón en el futbol mexicano.

 

Y ni hablar de América, que recibe al Querétaro en el Azteca, un estadio que más que garantía se ha convertido en pesadilla para los amarillos en cada presentación, pero en el que ante Gallos deberá romper la racha de cinco duelos que tiene sin ganar, si quiere mantener el control de su destino y el boleto a la fiesta grande en la mano que alargue la etapa de Antonio Mohamed en el banco.

 

A estas alturas del torneo sólo el Puebla y el Atlante están eliminados de la Liguilla. De hecho, el Atlante por haber descendido, porque se otro modo, podría colarse.

 

Es el cierre de campeonato, dos fechas en que la competencia está entre los lugares tres y 12 del certamen. En el que también luchan Pachuca y Tijuana, sexto y séptimo de la tabla y los que rezan: Querétaro, Morelia, Atlas y Tigres; todos con el rosario en la mano en plena semana santa, algunos por un milagro. Saben que en este “competitivo” futbol mexicano, el domingo por la noche caminarán los resucitados.