SEÚL. Samsung Electronics anunció hoy que investiga la denuncia de una ONG estadounidense que acusa a uno de los proveedores chinos de la multinacional de usar en su fábrica mano de obra infantil en condiciones de explotación laboral.

 

“Estamos investigando con urgencia las últimas acusaciones y tomaremos las medidas apropiadas de acuerdo con nuestras políticas para prevenir casos de trabajo infantil entre nuestros proveedores”, indicó Samsung Electronics en un comunicado desde su sede en Seúl.

 

Esta es una respuesta al informe emitido hoy por la ONG estadounidense China Labor Watch (CLW), que denuncia “el uso de mano de obra infantil en la cadena de suministro de Samsung” en una fábrica de la firma Shinyang Electronics en Dongguan, al sureste de China, cerca de Hong Kong.

 

Durante los meses de mayor producción, Shinyang “contrata mano de obra infantil y estudiantes menores de edad” que “trabajan 11 horas diarias sin remuneración por las horas extras ni seguro social”, asegura el informe de CLW después de que la organización inspeccionara al proveedor.

 

El gigante surcoreano asegura haber llevado a cabo en la fábrica en cuestión una exhaustiva auditoría en marzo de 2013 a la que siguió una inspección de terceros en agosto de 2013 y otra en junio de 2014 en las que no se encontraron casos de trabajo infantil.

 

La ONG, que enumera hasta 15 violaciones de los derechos de los trabajadores en la fábrica china, acusa a Samsung de “no aplicar su código ético” y de llevar a cabo un sistema de vigilancia ineficiente, por lo que los proveedores chinos “no toman en serio” las normas para prevenir la explotación laboral.

 

Sin embargo, la firma surcoreana asegura mantener una estricta política de tolerancia cero en cuanto a trabajo infantil que implica inspecciones rutinarias a sus proveedores en China, reforzadas con nuevos medios tecnológicos desde finales de 2012.

 

China Labor Watch, con sede en Nueva York, ya denunció en agosto de 2012 que siete adolescentes de menos de 16 años trabajaban en la fábrica de uno de los proveedores de Samsung Electronics.

 

Tras una inspección, a finales de ese año el gigante surcoreano negó la existencia de mano de obra infantil en las fábricas de sus proveedores aunque detectó prácticas laborales inadecuadas y anunció un endurecimiento de los controles para prevenir la explotación laboral.