Mientras los expertos criticaron su falta de medidas concretas para combatir la delincuencia que actualmente sufre el país, Andrés Manuel López Obrador se compro­metió a combatir la corrupción en los sistemas de seguridad pública y fortalecer las instituciones encar­gadas de la impartición de justicia.

 

Así lo hizo el tabasqueño tras recibir de manos del empresario Alejandro Martí la Agenda Méxi­co 12.18, documento desarrollado por académicos e integrantes de la sociedad civil que incluye 12 pro­puestas concretas para combatir la delincuencia y garantizar una adecuada procuración de justicia.

 

En dichas medidas, los ex­pertos enfatizan la necesidad de impulsar una reforma penal que incluya la autonomía del Ministe­rio Público, la profesionalización y certificación de los cuerpos po­liciacos, así como la construcción de un sistema de evaluación ciuda­dana que permita transparentar la información y los resultados del gobierno en materia de seguridad.

 

“Tenemos que cuidar, y ese es mi compromiso, que los encarga­dos de las instituciones de segu­ridad pública, de procuración de justicia y los cuerpos policiacos, sean incorruptibles, de inobjetable honestidad, porque de eso depen­de mucho el que se pueda garanti­zar la tranquilidad y la paz social”, dijo López Obrador, quien llegó al evento acompañado del ex procu­rador capitalino Bernardo Bátiz.

 

“Cada dependencia tiene su propia estrategia, el Ejército hace lo que le corresponde, la Marina lo mismo y la Policía Judicial Fe­deral (sic), las policías ministeria­les, las policías de los estados y las municipales. No hay coordinación ni hay mando. ¿Qué planteamos? Que haya una sola estrategia y se­guimiento permanente al proble­ma de la inseguridad y de la vio­lencia”, resumió.

 

También indicó que en caso de ganar las elecciones de julio próxi­mo, su gobierno tendrá las puertas abiertas para “gobernar juntos” y tomar las mejores decisiones para el país en materia de seguridad, por lo cual, se comprometió a in­cluir los planteamientos del docu­mento dentro de su programa de gobierno.

 

Sin embargo, algunos de los es­pecialistas consultados por 24 HO­RAS externaron sus dudas frente a sus planteamientos.

 

Entre los cuestionamientos más fuertes están la falta de medi­das concretas que ayuden a acabar con la corrupción y el manejo del problema de la inseguridad como un enfrentamiento entre “malos contra buenos”, pues a diferencia de la propuesta del priista Enrique Peña Nieto y la reforma penal que implementó en el Estado de México durante 2008, el abanderado de las izquierdas no ha planteado con la debida profundidad cambios estructurales que permitan combatir la corrupción que prevalece al interior de las instituciones.

 

Antes, en su conferencia mañanera, aseguró que en caso de llegar a la Presidencia de la Repùblica hará valer la revocaciòn del mandato y el plebiscito como un mecanismo que permita a la gente evaluar su desempeño como gobernante cada dos años.