A partir de la apertura del sector a la inversión privada, Petróleos Mexicanos (Pemex) competirá con las empresas privadas por un mercado que ronda los 850 mil millones de pesos anuales por la venta exclusiva de gasolinas y diesel.

 

El Senado de la República aprobó sin cambios la propuesta del gobierno federal de abrir la industria de las gasolinas al sector privado de manera gradual en 2018.

 

Tal como informó 24 HORAS el pasado 2 de mayo, el gobierno de Enrique Peña Nieto optó por la apertura gradual de la comercialización de gasolinas al público y será hasta 2018 cuando el sector privado nacional e internacional podrá importar y vender libremente estos combustibles sin necesitar contratos de Pemex.

 

De acuerdo con el dictamen que los senadores enviaron a la Cámara de Diputados, a partir del 1 de enero de 2015 y hasta el 31 de diciembre de 2017, la regulación sobre precios máximos -o precio tope- al público de gasolinas y diésel será establecida por el Ejecutivo Federal.

 

“La política de precios máximos al público que se emita deberá prever ajustes de forma congruente con la inflación esperada de la economía y, en caso de que los precios internacionales de estos combustibles experimenten alta volatilidad, el Ejecutivo Federal preverá mecanismos de ajuste que permitan revisar al alza los incrementos de los precios”, dicen el dictamen.

 

 

 

El mercado

 

En 2013, Pemex reportó ingresos de 404 mil 475.4 millones de pesos por la venta de gasolinas (340 mil 751.9 mdp de Magna y 63 mil 723.4 mdp de Premium). A esto se suman ventas por 211 mil 471 millones de pesos de diesel.

 

Sin embargo, la venta de combustibles no la realiza Pemex directamente a los consumidores, sino a través de franquicias, y de acuerdo con la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), la venta de estos combustibles en las estaciones de servicio del país (Pemex reportó 10 mil 535 al cierre del primer trimestre de este año), equivale a dos mil 300 millones de pesos diarios, casi 850 mil millones de pesos anuales.

 

Poco a poco

 

En 2016, habrá competencia de marcas entre concesionarios de gasolina, pero aun continuarán siendo franquicias de Pemex.

 

“A partir del 1 de enero de 2018, los precios se determinarán bajo condiciones de mercado”, explica el documento.

 

Es a partir de esa fecha que empresas como British Petroleum, Shell, ExxonMobil y Chevron podrán instalar sus gasolineras en el país y vender combustibles al público mexicano.

 

 

Ventajas

 

Expertos del sector comentaron a este diario que la integración de empresas privadas extranjeras en esta industria mejoraría la calidad de las gasolinas en el país, pues actualmente el 60% del combustible que consumen los mexicanos lo produce el Sistema Nacional de Refinación y el resto es importado de Estados Unidos.

 

El libre comercio de gasolinas permitirá a las empresas que se involucrarán en este sector elegir el producto que venderán a sus clientes.

 

Por otro lado, la legislación señala que hasta el 31 de diciembre de 2016, solamente Pemex y sus empresas productivas subsidiarias podrán tener permisos para la importación de gasolinas y diésel. Después de esa fecha, los permisos de importación podrán otorgarse a cualquier interesado que cumpla con las disposiciones jurídicas necesarias.

 

 

Oferta y demanda

 

En diciembre pasado, 24 HORAS informó que la privatización de las gasolineras hará que los precios de las diferentes gasolinas se ajusten a los del mercado internacional, como sucede actualmente en Estados Unidos, Canadá y Australia, entre otros países, donde existe un libre comercio en este sector.

 

Por ejemplo, tanto en Canadá como en Estados Unidos, la venta de gasolinas Magna y Premium, así como del diésel se realiza a través de diferentes empresas como Shell, ExxonMobil, Esso, Petro-Canada, Ultramar, Chevron, entre otras.

 

Aunque existe una regulación del precio por parte del gobierno de esos países, las empresas vendedoras fijan los precios de acuerdo con la demanda, así como con los precios del mercado a la compra de los barriles.

 

Esto hace que los precios para el consumo varíen -a la alza o a la baja- de una semana a la otra y en ciertos casos de un día a otro, dependiendo de la demanda.

 

La calidad de la gasolina también varía de una gasolinera a otra.

 

 

Beneficios

 

Para Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (Amipe), la reforma en el sector de las gasolineras permitirá inversión extranjera en infraestructura y podrán vender gasolinas.

 

Si bien se abre la competencia en el sector en donde podrán participar tanto Pemex, como empresas nacionales e internacionales, Legorreta dijo a 24 HORAS que para la población la fijación de un precio máximo, que no podrá excederse, será un beneficio.

 

“Existen alrededor de 10 mil gasolineras en el país. Cada uno tendrá que preparar su estrategia porque se va a venir una mayor competencia entre gasolineros y grupos que se vayan formando y que podrían dar un precio menor”, explicó.

 

Legorreta señaló que los clientes podrán elegir dónde llenan el tanque de su coche en función del precio que ofrecerá cada gasolinera o según la calidad de su servicio o de sus productos, lo que representa también un beneficio para los consumidores, expresó.