Elba Esther Gordillo está a punto de presumir un gran triunfo.

 

Pronto tendrá el laudo judicial para pasar a prisión domiciliaria, aunque está por definirse si a su penthouse de Polanco o a otra de sus muchas propiedades.

 

Propiedades intocadas, debe destacarse, porque su patrimonio continúa intacto.

 

Su gran victoria tras la persecución desatada desde febrero de 2013, cuando se disponía a rebelar contra la reforma al SNTE.

 

Fue atorada en el aeropuerto de Toluca, de donde pensaba dirigirse a la Ciudad de México a cenar con el entonces gobernador Rafael Moreno Valle, y de ahí al Congreso magisterial de Guadalajara.

 

Ya no hubo cena en la capital ni viaje tapatío, sino prisión.

 

Se irá a su casa, pero no disfrutará de su poder.

 

Ella aspira a recuperar el SNTE y el Panal.

 

No podrá, al menos en este sexenio: en el SNTE está firme Juan Díaz de la Torre y el Panal continuará al mando de Luis Castro Obregón, con plena independencia de los designios de La Maestra.

 

Ella va por ellos, y es su siguiente lucha.

 

Aquí lo informamos el lunes: Elba Esther ya negoció su alianza con Andrés Manuel López para 2018 con el compromiso de recuperar su libertad… y toda la influencia.

 

Quién lo hubiera imaginado: Carlos Salinas le dio ese poder y El Peje la reivindicará.

 

 

CAMPECHE NO ME PERDONARÍA IR AL PRI

Sólo él sabe si hubo ofrecimiento superior.

 

Como muchos –Alejandro Moreno Cárdenas-, ve en el presidente Enrique Peña Nieto a la autoridad máxima del PRI y la decisión única del candidato presidencial priista.

 

Pero mucho se le mencionó para dirigir esa organización.

 

-Lo entiendo -me dice cuando hablo del tema-: los priistas quieren a alguien muy identificado con el partido, y yo soy uno de ellos: secretario tres veces del Comité Ejecutivo Nacional, dos veces diputado federal, senador y con carrera en mi estado, Campeche.

 

-¿Sólo por eso?

 

-No nada más. Tengo magníficas relaciones con todos los gobernadores, dialogo con cuadros de todos los partidos, y también cuenta. Ésa es la política.

 

Más allá de especulaciones, aclara, se queda en Campeche porque “los campechanos nunca me perdonarían dejar esto empezado. Mi sueño siempre fue ser gobernador, y no puedo abandonar el estado”.

 

Hay otras razones, agrego yo: irse al PRI nacional significaría estar un tiempo, esperar la postulación, entregar el partido a quien el candidato quiera y quedar en el vacío.

 

Y nadie da saltos al vacío.

 

 

SEGURIDAD: 73 MIL MILLONES, A LA BASURA

El Gobierno federal tuvo miedo.

 

Desde principios de año tiene un diagnóstico de gobernadores y alcaldes irresponsables en el tema de seguridad pública, y pensaba difundir los resultados.

 

Pero se arrepintió, y la información sobre las mil 800 Policías locales se guarda bajo llave, aunque con la amenaza de hacerla pública.

 

Atrás de este ocultamiento están los datos del desperdicio, dados ayer en el Senado por el secretario Miguel Ángel Osorio Chong.

 

Se han entregado 70 mil 800 millones para organizar y equipar a policías locales… sin resultados.

 

Más dos mil 100 millones para combatir el secuestro.

 

Las cifras del crimen confirman el fracaso de dar dinero… CONFIRMAN.