Hoy son temores, pero con sustento.

 

Y mañana, apenas iniciado el año nuevo, pueden ser las primeras víctimas comerciales del presidente Donald Trump y su ola proteccionista y antimexicana en Estados Unidos.

 

A los datos duros:

 

Las autoridades mexicanas lucharon durante decenios por abrir el mercado estadunidense al aguacate, catalogado entre los mejores del mundo y muy estimado por los consumidores de ese país.

 

Como los mandos de Washington se negaban a terminar con el embargo, algunos diplomáticos mexicanos impulsaron negociaciones regionales y lograron abrir acuerdos parciales.

 

Fue el caso, por mencionar uno, del ex cónsul Hugo Abel Castro Bojórquez, quien desde Seattle consiguió pedidos para el estado de Washington, en el noroeste de Estados Unidos.

 

Lustros después, el avocado tiene la suficiente aceptación para ser imprescindible en la mesa de muchos hogares y celebraciones como el Super Bowl, cuando se consumen más de 50 mil toneladas.

 

Anualmente reportan la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) que se colocan más de 365 mil toneladas.

 

50 mil toneladas de exportación en riesgo

 

Con esos datos e incrementos anuales superiores a 30%, los aguacateros estaban muy esperanzados.

 

Se frotaban las manos para el primer domingo de febrero, cuando las ventas superan los 200 millones de dólares en un solo día, casi 20% de las exportaciones anuales.

 

Pero el republicano Donald Trump ganó a la demócrata Hillary Clinton y, todos sabemos, el gran objetivo de la política proteccionista son México y productos antaño con restricciones sanitarias y arancelarias.

 

-Por ello hay temores fundados de ser las primeras víctimas –expresan Adrián Iturbide, presidente de la APEAM, y Benjamín Grayeb, del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

 

Ni modo de dudar de ellos.

 

Trump asumirá la Presidencia de Estados Unidos el 20 de enero y el Super Bowl se jugará 16 días después, el primer domingo de febrero.

 

Con el republicano en pleno poder.

 

BCS: atacan a la gallina de los huevos de oro

 

Otros empresarios no necesitan de Donald Trump para verse afectados con acciones antipopulares.

 

En Baja California Sur, por ejemplo, el gobernador panista Carlos Mendoza Davis ha decidido herir a la gallina de los huevos de oro de Los Cabos mediante cuotas al turismo internacional.

 

Con el apoyo del Congreso estatal fijó una cuota de 350 pesos para cada visitante, razón por la cual el empresariado en su conjunto ha alzado la voz contra ese generador de 75% del producto interno.

 

Julio César Castillo, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); Enrique Montes de Oca, de la Asociación de Hoteles de Los Cabos, y Eduardo Flores, de la Asociación Sudcaliforniana de Desarrolladores de Tiempo Compartido, piden diálogo.

 

Primero se dio el palo y ahora solamente queda la negociación.

 

Conocedores del autoritarismo de Mendoza Davis, invocan una decisión postrera: dedicar 50% de ese ingreso al desarrollo socioeconómico de Los Cabos.

 

¡Ah, esos dictadorcitos!