A lo largo del presente año, hemos comentado que la economía de Estados Unidos transita por buen camino. Las condiciones económicas y de disciplina que dejó por un lado la administración del ex presidente Barack Obama, el desempeño del Banco Central, “la Fed” y las expectativas hasta ahora que mantiene la administración de Donald Trump han generado que para este 2017, el escenario económico pinte para un cierre positivo con crecimiento anual estimado entre 2.0 y 2.2%.

 

Sin embargo, los huracanes Harvey e Irma ya tuvieron su primer efecto en los datos de creación de empleos y la distorsión en la caída en la tasa de desempleo a 4.2%, su menor nivel desde el año 2001. Esta baja correspondió a una combinación de un menor número de trabajadores disponibles en cerca de 550 mil ante los factores climáticos que afectaron en septiembre.

 

La caída de 33 mil empleos representó la primera baja en siete años. Hay que recordar que tanto el estado de Texas como el de Florida representan en contribución al PIB y a población cerca de 14% del total en Estados Unidos. Alrededor de 11.2 millones de trabajadores viven en las áreas afectadas por los huracanes, lo que supone 7.7 % de la fuerza laboral del país. El Gobierno atribuyó a un “fuerte descenso” en los servicios de restauración como consecuencia de los huracanes Harvey e Irma.

 

Hubo una pérdida de 105 mil puestos de trabajo en restauración, un sector que, en los últimos 12 meses, había creado una media de 24 mil empleos al mes. No obstante, esa pérdida es temporal porque muchos empleos volverán a estar disponibles cuando se recuperen las zonas afectadas.

 

Así, al cierre del tercer trimestre del año, la economía americana generó 91 mil empleos, de los que 67 mil fueron en el sector servicios, 18 mil en manufactura y seis mil en gobierno. Estos datos quedan por debajo de los dos trimestres anteriores que generaron 169 y 187 mil plazas dominadas por el sector servicios.

 

Al compararlo con el tercer trimestre de 2016, el comparativo también es muy negativo. Se crearon en ese entonces 212 mil plazas, de las que 183 mil correspondieron al sector servicios, tres mil a manufactura y 26 mil, a gobierno.

 

Entre lo que llamará atención a la Fed es el incremento en los ingresos por hora que aumentaron a 2.9% anual, similar a diciembre pasado, pero que representa el mayor nivel de aumento mensual desde la crisis subprime.

 

Bajo esta base, la curva de bonos del Tesoro se presionó al alza, aunque en mayor medida el plazo de dos años y de manera más gradual conforme el vencimiento es mayor. Las bolsas registraron movimientos mixtos, pero prácticamente en zona de máximos históricos.

 

Consideramos que los tiempos de alza en el mercado están pasando y se encuentran “muy cerca de un techo relevante”. El potencial de alza es muy limitado. Vendrán los reportes corporativos al tercer trimestre del año. Los diversos datos económicos que conocimos en julio y agosto muestran cierta pausa en su desempeño, y en septiembre algunos mejoraron, aunque el dato de empleo resultó negativo. A ver si los estimados de ganancia por acción son reducidos vs. las expectativas.

 

El índice dólar parece estar listo para una subida. Probará la zona técnica de 94.0 a 94.50, que definirá entre consolidar o tomar velocidad al alza. Octubre es un mes cíclicamente “volátil” y pudiera no ser la excepción.