José Antonio Domínguez Mena, cónsul general de El Salvador dijo que con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos -20 de enero- se prevé un efecto negativo, ya que incrementará la vulnerabilidad del migrante, “obviamente hay más oportunidad del crimen organizado y la delincuencia común”.

 

En entrevista con 24 HORAS indicó que desconocen qué tipos de medidas de persecución va implementar, “son dos formas que afectan al migrante, el que quiere ingresar y otra es la situación de la persecución interna”.

 

Recordó que México y los países que integran el Triángulo del Norte de Centroamérica -Guatemala, El Salvador y Honduras han acordado buscar áreas de colaboración para la atención y defensa de las comunidades de migrantes de los cuatro países en el país vecino.

 

¿Cuál es la relación entre México y El Salvador?

 

Es una relación hermana, histórica y no se remonta a estos tiempos, tiene muchos siglos. Somos una misma región, básicamente los vínculos a nivel de cooperación políticos y sobre todo por temas muy puntuales como la migración.

 

¿Cuál es el motivo de que los salvadoreños dejen su país de origen?

 

Para ver este fenómeno hay que ir a las raíces y los contextos históricos. El Salvador, de 1980 a 1992, sufrió una guerra Civil. Con las políticas neoliberales de 1992 a 1994 se abandonó la inversión social; sumado a esto, a partir de 1994 Estados Unidos comenzó a deportar muchos salvadoreños que estaban vinculados con las pandillas.

 

¿Las pandillas se expandieron por las deportaciones?

 

Esta gente llegó a fincarse en determinadas colonias y fue la semilla, fue creciendo este fenómeno y no se atendió en su momento, hasta llegar a lo que tenemos ahora. La inseguridad que existe en algunas regiones de El Salvador no es la única causa que hace que las personas migren.

 

¿Cuáles son las otras causas?

 

Está también el período de la guerra: hizo que la gente se fuera a Estados Unidos y se construyeran allá comunidades salvadoreñas fuertes. Esto representa para los familiares un vínculo permanente que hace que la gente quiera migrar y no necesariamente que hayan sido víctima de algún delito.

 

¿Con la llega de Donald Trump prevén que descienda el flujo de migrantes salvadoreños?

 

Hasta este momento nosotros no hemos visto que haya un efecto radical (…) depende de las medidas que se implementen y ahí se va a ver el efecto.

 

¿Cuál es el sentir de los salvadoreños ante esta situación?

 

Todavía se está a la expectativa. La gente no está pensando en el problema de Estados Unidos, está pensando en su problema y en su deseo de querer llegar. Obviamente algún aspecto o modificación va a pasar y todo mundo se está preparando para eso.

 

¿El problema de las acciones en contra de los migrantes cómo se va a enfrentar?

 

De manera conjunta con los países de Centroamérica, nuestro presidente –Salvador Sánchez Céren– dio esa instrucción. Esperaríamos que para el próximo año ya esté diseñado el tipo de plan y eso ya se ve en otro nivel.

 

¿El plan conjunto son los países de Centroamérica y también México?

 

Sí, porque hasta este momento es lo que se ha estado manejando. En general el plan es como enfrentar esta nueva realidad con Estados Unidos en cuanto a todas las medidas que se han anunciado que hasta en este momento no hay nada concreto.