El sistema Control de Supervisión y Adquisición de datos (Scada, por sus siglas en inglés) es un software de monitoreo que mide la presión en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para evitar accidentes y también detecta tomas clandestinas, ya que sus sistemas computacionales emiten la información sobre cómo fluye el crudo, el gas LP y el gas natural.

 

 

 
El sistema supervisa en tiempo real las condiciones de la red a lo largo de 32 mil kilómetros de ductos, y en casos de emergencia puede controlar el cierre de válvulas (la mayoría de ellas automáticas) para evitar que los hidrocarburos sigan fluyendo.

 

 

 
Fuentes consultadas por Pemex informaron que cuando se detecta alguna anomalía, también se informa  a los trabajadores de “seguridad física”, quienes sellan cualquier perforación, ya sea ilegal o no.

 

 

 
Durante una visita realizada por 24 HORAS al Centro de Operaciones del Scada, ubicado en el tercer piso de la torre de Pemex, uno de los subgerentes a cargo del control de flujo comentó que el monitoreo se realiza a toda la red y la confiabilidad de éste es prácticamente total (98%).

 

 

 
Sin embargo, disidentes de la petrolera y la consultoría en comunicación y riesgos Etellekt consideran que el Scada está rebasado, porque es burlado por integrantes del crimen organizado, en complicidad con trabajadores de la empresa.

 

 

 
La semana pasada, 24 HORAS dio a conocer  que Pemex tiene cuatro contratos vigentes con la empresa Telvent Canadá LTD, por 11 mil 988 millones de pesos, para operar el Scada y con ello monitorear los ductos.

 

 
De acuerdo a una revisión al Portal de Obligaciones de Transparencia, la empresa tiene vigentes, hasta diciembre de 2017, los contratos 4600025915, 4600026011, 4600025921 y 4600026009 con Telvent Canadá.

 

 
En 2014, Pemex anunció que invertiría 282 millones de dólares en el Scada y que de ese monto había ejercido 85 millones de dólares, los restantes 197 millones de dólares fueron aplicados en los años 2015-2016  para lograr la automatización de 32 mil kilómetros de ductos de las áreas de Refinación, Gas, Petroquímica y Producción.

 

 

 
El 19 de mayo pasado, el director de Pemex, José Antonio González Anaya,  dijo que la estrategia para combatir el robo de hidrocarburo se refuerza con la detección de personas o empresas que compran ilegalmente el combustible.

 

 
“Antes siempre nos concentrábamos en prevenir el robo, evitar el robo, que implica vigilancia, drones, todo el tipo de aparatos; ahora el nuevo elemento es tratar de inhibir la demanda, llegar a donde llega este combustible (ilegal)”, manifestó

 

 

Infografía: Xavier Rodríguez

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