SEÚL. Investigada por la Justicia y tras perder la confianza de los ciudadanos y de su propio partido, la presidenta surcoreana, Park Geun-hye,anunció en un discurso televisado que renunciará antes de que acabe su mandato y dejó su cargo en manos del Parlamento.

 

La jefa de Estado instó a la Asamblea Nacional a organizar el calendario y los procedimientos legales para su dimisión y la correspondiente transferencia del poder, en su tercer discurso público desde que comenzara a destaparse hace más de un mes el caso de la “Rasputina coreana”.

 

La caída en desgracia de Park también ha llevado a prácticamente todo el sector político a darle la espalda, incluido su propio partido, el conservador Saenuri.

 

En los pasados días se han multiplicado las peticiones de dimisión de la presidenta en el seno de Saenuri, incluso entre sus otrora seguidores más incondicionales, y muchos diputados del partido han asegurado que votarán a favor del “impeachment”.

 

Antes de que Park planteara su posible renuncia, los partidos de la oposición ya anunciaron la puesta en marcha de un proceso de destitución que previsiblemente se someterá a consulta el viernes en la Asamblea Nacional para luego ser elevado al Tribunal Constitucional, donde deberá contar con el voto favorable de 6 de los 9 miembros para tener luz verde definitiva.

 

Crisis política

 

El de Park, hija del dictador Park Chung-hee que gobernó con mano de hierro el país en las décadas de los años 60 y 70, sería elprimer “impeachment” en Corea del Sur desde la fundación del país en 1948.