Los ingresos presupuestarios del gobierno federal serán insuficientes para cubrir el gasto público, lo cual provocará presiones fiscales el resto del sexenio y la nueva administración deberá aprobar otra reforma fiscal, advirtió el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

 

El próximo gobierno federal tendrá como primer gran cambio estructural que hacer una nueva reforma hacendaria para robustecer los ingresos presupuestarios y poder hacerle frente a los egresos, señaló Héctor Villarreal, director general del CIEP.

 

“Encontramos presiones inerciales en el gasto público que ante la ausencia de recursos extras dejan poco margen para nuevos programas”, manifestó el economista durante una conferencia de prensa.

 

“Estas presiones fiscales harán difícil en el corto plazo que desaparezcan la dependencia de ingresos por financiamiento y por ende la acumulación de deuda pública”, apuntó.

 

“Si bien existen elementos de las reformas estructurales que tienen presencia en el paquete económico, todavía son relativamente menores”, dijo Héctor Villarreal.

 

Es preocupante el incremento del déficit público, por lo cual será motivo de permanente observación y análisis, afirmó por su parte Daniel Calleja, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.

 

“Mantener unas finanzas públicas sanas es el pilar de fundamental de la estabilidad macroeconómica de la nación”, dijo.

 

“Si bien se ha ratificado que no habrá incremento en las tasas impositivas y que el ingreso total por la recaudación fiscal se estima en 1.959 billones de pesos, importe suficiente para cubrir la caída de los ingresos petroleros, llama la atención que el gobierno haya reducido su expectativa de crecimiento de 4.7% para 2015 a 3.7%, es decir un punto porcentual menos de lo estimado al principio de su administración”, manifestó Calleja.

 

“En una año político, hay que anotar que en tan sólo dos ejercicios hemos incrementado la deuda pública en 8.2% del PIB”, alertó el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

 

A ese ritmo en 11 años más, en 2016, se alcanzará 100% de deuda más Producto Interno Bruto (PIB), pronosticó Ernesto O´Farrill Santoscoy, presidente de la Comisión de Análisis Económico del IMCP.

 

El economista dijo que lo más alarmante se observa este comportamiento del déficit, si consideramos que la relación de ingresos fiscales a PIB no ha logrado superar 11% del PIB, a pesar de la entrada en vigor de la reforma fiscal desde el primer minuto de 2014.

 

“La deuda pública va a alcanzar el 43%/PIB el próximo año, lo cual aparentemente no es muy alto, y podría haber una mayor capacidad de endeudamiento. Pero ese 43%/PIB alcanza ya cuatro años de ingresos tributarios totales”, expresó O´Farrill Santoscoy.

 

“En la Unión Europea, en donde es evidente un problema de sobre endeudamiento generalizado, el máximo tolerable de déficit fiscal es 3% del PIB, para economías que tienen niveles de tributación/ PIB de más de 25%/PIB. Para una economía como la nuestra, es evidente que el máximo permisible de déficit fiscal a PIB no debería rebasar el 1%/PIB incluyendo la inversión física de Pemex y CFE”, concluyó el representante de los contadores.