TEGUCIGALPA. El desplazamiento forzado de poblaciones en Honduras aumentó debido a la violencia, alertó hoy el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que instó a las autoridades hondureñas a abordar las causas de este problema y proteger los derechos de estas personas.

 

“El número de solicitudes de la condición de refugiado de los hondureños que huyen a los países vecinos, como México, Costa Rica, Belice, Panamá, Nicaragua y Guatemala, en busca de protección internacional se ha triplicado entre 2013 y 2015, una tendencia que ha continuado durante los primeros meses de 2016”, según un comunicado del Acnur.

 

En el primer trimestre de 2016, más de dos mil 300 hondureños solicitaron “la condición de refugiado” en países de Norte y Centroamérica, señaló la agencia de la ONU.

 

Mientras en 2015, más de 16 mil 400 hondureños presentaron una solicitud de refugio, es decir, “cuatro veces” más el número de solicitudes registras en 2013 y “casi el doble” de las de 2014, aunque no precisa datos de esos dos años.

 

Acnur enfatizó que el número de personas que huyen de la violencia que azota a Honduras ha “ido en constante aumento” desde diciembre de 2015, y señala que en marzo pasado registraron “desplazamientos colectivos y simultáneos” en San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos principales ciudades del país centroamericano.

 

En marzo también, según ACNUR, al menos 360 familias que vivían en una barriada de la capital hondureña se “han visto desplazados forzadamente en el interior del país”.

 

Muchos de los hondureños huyen de “la violencia urbana alimentada por la guerra entre pandillas o maras, la extorsión generalizada, las amenazas, el reclutamiento forzado, la violencia sexual y la inseguridad generalizada”, añadió.

 

Los defensores de derechos humanos, indígenas y campesinos involucrados en conflictos agrarios también son “forzados a desplazarse debido a la persecución, amenazas, intimidaciones y muerte de miembros de la comunidad, algunos con medidas cautelares de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos)”, precisó ACNUR.

 

Destacó, además, que los miembros de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero e intersexual (LGBTI) en Honduras continúan siendo víctimas de amenazas, ataques y homicidios debido a la discriminación y exclusión social.

 

Asimismo, los periodistas y educadores son “blanco de la violencia, agresión y ataques”, debido a “múltiples factores como su papel en las denuncias de hechos de violencia, de corrupción, de presencia del crimen, entre otros”.

 

Ante este panorama, ACNUR instó a las autoridades hondureñas a “tomar una acción concertada” para abordar las causas fundamentales del desplazamiento forzado y proteger los derechos de las víctimas.

 

Además, considera “urgente” que Honduras adopte un marco legal para garantizar “una respuesta eficaz a las comunidades afectadas” por la violencia y evitar su desplazamiento.

 

La agencia de la ONU sugiere a Honduras tipificar el delito de desplazamiento forzado en el Código Penal hondureño y definir un sistema de control para mitigar los riesgos de desplazamiento.

 

También considera “crucial” que el país centroamericano garantice la protección de los niños y adolescentes, especialmente los que viven en comunidades donde la violencia es “aguda”, añade la información oficial.

 

Señaló además que esa agencia trabaja “estrechamente” con el Gobierno hondureño y la sociedad civil para abordar la problemática que supone el desplazamiento forzado.

 

La agencia ofrece asistencia legal y técnica a la Comisión Interinstitucional para la Protección de las Personas Desplazadas por la Violencia para diseñar una “ruta de protección y los marcos legales, así como las recomendaciones para la integración local, la reubicación o el reasentamiento de manera integral”.

 

TPC