LA PIEDAD, Michoacán. Una mujer indígena del municipio de Tanhuato, Michoacán, dio a luz en el baño del Hospital Regional de La Piedad, tras la negligencia médica de los doctores y enfermeras quienes le indicaron que aún no le tocaba su turno para dar a luz.

 

De acuerdo con varios testigos, la mujer tuvo que dar a luz en el baño ayudada por familiares de otros pacientes.

 

El hecho generó inmediatas reacciones en las redes sociales, pues en su perfil de facebook, Javier Bravo, quien fue una de las personas que presenció todo, subió fotografías del acontecimiento y las hizo acompañar del siguiente texto: “Anoche como a eso de las 11, estando en el Hospital Regional vi a un grupo de indígenas esperando a que atendieran a una joven para dar a luz, ella estaba acostada en el piso afuera de la puerta y los doctores le decían que aún no era hora.

 

“Pasaron como 15 minutos, cuando llamaron a su esposo y le dijeron que faltaban como 10 horas, en esos instantes la muchacha entró al baño y se alivió en el piso y hasta entonces -los médicos- corrieron; que prepotencia y que indignación que traten a las personas así, mandé esto a los medios locales e hicieron caso omiso por eso subí las imágenes, ojalá alguien los pueda ayudar a que no quede esto así y los doctores saldrán -seguramente- a dar una versión totalmente diferente como siempre”, se detalla en el mensaje escrito en redes sociales.

 

De esta manera, el jefe del Área de Ginecología del referido nosocomio,  Guillermo Márquez, manifestó sobre el tema y en tono de justificación: “Yo recibí a la paciente durante la noche, aproximadamente a las nueve, y al checarla traía dos centímetros de dilatación, lo cual significaba que aún faltaba bastante tiempo para que diera a luz, por lo que se le asignó una cama y se le pidió que esperara como se hace con todos los pacientes en esas condiciones”.

 

A pesar de que los ciudadanos que vieron el suceso aseveraron que la joven madre estuvo siempre en el suelo, el profesionista en contraste afirmó que ella todo el tiempo estuvo en una cama.

 

“Tratándose de una primigesta normalmente dura de 10 hasta 14 horas, lo cual significa que apenas va empezando y se tiene que estar monitoreando su desarrollo durante varias veces. Sin embargo, yo me tuve que meter a operar con otro médico interno, éramos los únicos que estábamos atendiendo el servicio de Ginecología, dejando indicaciones a la paciente y su familia”, dijo.

 

“Le dijimos: ‘Mira esto te va a pasar, y todavía te falta mucho tiempo para el parto. Así lo hicimos y nos metimos al quirófano’. En eso me avisan: ‘Oiga doctor, la paciente se siente mal y ya se alivió en el baño’. Sale el médico de urgencias y es él el que la atiende; implementamos el Código Azul, que significa que es una prioridad y entonces los compañeros de otra área la atendieron. Afortunadamente la paciente y el bebé están muy bien”, agregó.

 

También, el galeno entrelineas culpó a las enfermeras y a la carencia de personal: “Esas son cosas que no deben pasar, pero pasan. ¿Por qué? Porque nada más estábamos yo y el médico interno. Hay enfermeras, pero los que deciden si el paciente se queda y quien tiene la responsabilidad final es el médico”.

 

En tanto, el subdirector del sanatorio, Octavio Ojeda Cobos, habló de lo ocurrido y aseguró que el parto de Martha Laura Tzintzun fue uno del 10 por ciento de los alumbramientos ” poco normales”.

 

“Lo que pasa es que las pacientes tienen un protocolo normal cuando tienen cuatro o cinco centímetros de dilatación, mientras, es preferible que anden caminando. ¿Por qué? porque el parto tiene una fase latente que apenas son los reconocimientos, como se le llama en la calle, y que de repente es un parto muy lento, pero que luego se va muy rápido; hay un trabajo de parto precipitado y eso a veces no sabemos quién lo va a tener, y eso es lo que hizo la señora, lo que ocurre normalmente en 12 o 14 horas lo presentan en media hora o hasta dos horas. Es bien raro, pero pasa. Se presenta en el 10 por ciento de los partos”, explicó.

MG