Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, se pronunció porque México y su país, refuercen sus relaciones comerciales, a fin de enfrentar el panorama adverso que derivó de la crisis económica mundial, que inició en los países desarrollados entre el 2008 y 2009.

 

En sesión solemne de la Comisión Permanente del Congreso, celebrada con motivo de su visita a nuestro país, la mandataria sudamericana sostuvo que la desaceleración económica en el panorama internacional, obliga a México y a Brasil a estrechar sus lazos de cooperación, al ser estas las dos naciones, con las economías más dinámicas de América Latina.

 

“Nuestra cooperación se vuelve aún más necesaria frente a la coyuntura internacional adversa que vivimos debido a la crisis financiera duradera, que empezó en los países desarrollados entre el 2008 y 2009. El mundo todavía está pasando por un momento de desaceleración económica que afectó también de una forma intensa a los países emergentes de nuestra América Latina y del Mundo (…) El estrechamiento de las relaciones de México y Brasil es positivo para los dos países, pero también es positivo para toda la región”, afirmó.

 

Ante diputados y senadores de la república, la presidenta Dilma Rousseff, señaló que las economías de ambas naciones no son competidoras sino complementarias en la búsqueda del desarrollo para Latinoamérica.

 

En ese sentido, destacó como resultado de su visita, la firma entre ella y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, del Acuerdo de Cooperación y Facilitación de Inversiones, para elevar los flujos de inversión entre ambos países; así como el Acuerdo de Complementación Económica número 53, a través del cual se podrán introducir nuevos productos con aranceles reducidos.

 

“Estos dos acuerdos son parte de una negociación más amplia, estratégica, capaz de dotar nuestras economías en más ingresos, más empleo, más bienestar y más capacidad de innovación y competitividad. Todas estas son condiciones imprescindibles para la reducción de la desigualdad en nuestras poblaciones”, apuntó.

 

Y es que de acuerdo con la presidenta de Brasil, la desigualdad y la pobreza, son dos de los grandes retos que Latinoamérica, y particularmente México-Brasil, deben enfrentar a través de la construcción de una economía fundada en la inclusión social.

 

Por su parte, el presidente del Senado y de la Comisión Permanente, Miguel Barbosa Huerta, coincidió en que ambas naciones tienen la responsabilidad de trabajar juntas por la unión de América Latina, a fin de que la región pueda enfrentar las adversidades del presente y del futuro.

 

“Latinoamérica es la región en que nuestros pueblos han construido con esfuerzo, trabajo, sueños y una voluntad inquebrantable, naciones que reclaman por propio derecho su lugar en la comunidad internacional (…) México y Brasil tienen la obligación, la responsabilidad de trabajar juntos en la unidad latinoamericana como una necesidad para enfrentar el presente y el futuro”, declaró.

 

Barbosa Huerta, destacó que México y Brasil son motores económicos de Latinoamérica, porque unidos representan más de dos terceras partes de las 500 empresas más importantes de la región, representan el 62 por ciento del PIB y acumulan el 48 de las exportaciones latinoamericanas.