WASHINGTON. El Departamento de Justicia de Estados Unidos usará su autoridad para reformar al Departamento de Policía en Ferguson, Missouri, el cual incluso podría ser desmantelado, advirtió hoy el procurador general Eric Holder.

 

“Vamos a usar todo el poder que tenemos para asegurar que la situación cambie ahí y eso significa desde trabajar con ellos hasta llegar a una completa reestructuración”, declaró el funcionario a la prensa.

 

A pregunta expresa sobre si desmantelaría a dicha corporación policiaca, el procurador saliente respondió que el Departamento de Justicia está preparado para ello.

 

Holder dejará el cargo en cuanto el Senado confirme el nombramiento de su sucesora, Loretta Lynch, nominada por el presidente Barack Obama.

 

En tanto, un portavoz de la ciudad de Ferguson anunció este viernes que tres personas renunciaron o fueron despedidas luego que una investigación del Departamento de Justicia mostró la existencia de un patrón de prejuicio racial en la corporación.

 

Los oficiales Rick Henke y William Mudd renunciaron el jueves, tras descubrirse que enviaron correos electrónicos con tinte racista. La empleada de la corte Mary Ann Twitty fue despedida por el mismo motivo.

 

Esta semana, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer los resultados de su investigación, tras la muerte en agosto pasado del afroestadunidense Michael Brown a manos del policía blanco Darren Wilson.

 

La dependencia indicó que se encontró un “patrón y práctica” de discriminación en contra de los afroestadunidenses por parte de la policía y la corte en Ferguson.

 

Describió al Departamento de Policía de Ferguson como una “agencia de cobros”, ya que la población afroestadunidense recibe el 85 por ciento de todas las multas por presuntas violaciones de tráfico, el 90 por ciento de todas las citaciones judiciales y el 93 por ciento de todos los arrestos.

 

El 95 por ciento de los afroestadunidenses fueron citados en la corte debido a “su manera de caminar”, de acuerdo con el reporte.

 

Ferguson es una ciudad con una población de 120 mil habitantes, el 67 por ciento de los cuales son afroestadunidenses.