Aproximadamente 800 mil mexicanos se quedaron sin empleo durante el primer trimestre del año, debido a que la economía mexicana está en una etapa de recesión, advierte el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 
“Sólo en el primer trimestre de 2014 se perdieron más de 800 mil empleos con ingresos superiores a los tres salarios mínimos y la generación de empleo se dio en niveles de ingresos inferiores a esos tres salarios mínimos”, asegura el órgano.

 
“No hay duda de que la precarización que desde hace ya algunos años muestra el empleo y que incide negativamente en la capacidad adquisitiva de la población, ha sido la principal razón de que el consumo no se consolide como la fuente de crecimiento económico que debe ser”, manifiesta el Centro de Estudios.

 
Según el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la posibilidad de que el poder adquisitivo se recupere es poca en tanto exista un amplio porcentaje de la población que se contrate con ingresos cada vez más bajos, toda vez que esto presiona a la baja de los salarios.

 

 

“La única acción que genera empleos productivos es la inversión, en particular la inversión en empresas pequeñas y micro”, expone.

 

“Cambio alarmante”

“Si vemos lo que ha pasado en los últimos seis años en la estructura de la masa salarial encontramos un cambio alarmante. De enero del 2007 a marzo del 2014 se perdieron casi 3 millones de empleos que tenían ingresos superiores a tres salarios mínimos, en tanto que el número de ocupados que reciben ingresos inferiores a ese nivel aumentó en casi cinco millones de personas”, recuerda el área de análisis económico de los empresarios.
“El indicador coincidente con el enfoque del ciclo de crecimiento está decreciendo y se localiza por debajo de su tendencia de largo plazo, es decir, se encuentra en su fase recesiva”, precisa.
El viernes 6 de mayo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía informó que en marzo, el indicador coincidente se ubicó en 99.6 puntos, lo que significó una disminución de 0.05% respecto al mes previo y la acumulación de 22 meses consecutivos con una tendencia a la baja.
Si bien el consenso de la mayoría de los agentes económicos (del sector privado y público), indica que la actividad económica tendrá un mejor desempeño a partir del segundo trimestre del año, la debilidad que todavía reflejan algunos indicadores hace pensar que el crecimiento para el 2014 podría ser menor a lo esperado, detalla.
“Esto se corrobora con el constante ajuste a la baja del pronóstico de crecimiento del PIB para todo 2014”, manifiesta el CEESP.
Agrega que no se perciben presiones inflacionarias derivadas de demanda agregada, que junto con un modesto ritmo de crecimiento económico, amplía el margen de holgura de la política monetaria.

 

Reconoce a Banxico
En línea con lo anterior, la Junta de Gobierno decidió disminuir en 50 puntos base la tasa de referencia del Banco de México para ubicarla en 3.0%, “medida que sin duda se convierte en un factor que incidirá positivamente en el desempeño de la actividad productiva del país”, dice.
Sobre todo cuando la economía de los Estados Unidos da señales de mejoría que se reflejan en la evolución del mercado laboral; la tasa de desempleo en mayo se mantuvo sin cambio en 6.3%, mientras que la generación de nuevos puestos de trabajo no agrícolas sumó 217 mil solo en ese mes, refiere.
Se debe reconocer ampliamente la decisión del Banco de México de reducir su tasa de referencia en el momento preciso en el que se la economía iniciará un moderado repunte, pero sobre todo, por anticipar el comportamiento de los rendimientos internacionales, concluye el Centro de Estudios.