Organizaciones civiles encargadas de proteger los derechos humanos en México solicitaron al presidente Enrique Peña Nieto que se tomen en cuenta las observaciones emitidas en el Informe del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la tortura y otros tratos en México.

 

Esto, luego de que este martes el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Manuel Gómez Robledo, calificara el informe sobre tortura como “no profesional y poco ético”.

 

Gómez Robledo comentó en conferencia de prensa que el reporte de tortura sobre México no corresponde con la realidad e incide negativamente en la imagen del país al interior y hacia el extranjero, sobre la situación que al respecto se vive en el país.

 

“Es inaceptable que la Secretaría de Relaciones Exteriores rechace que la tortura sea generalizada en México sin sustentar sus afirmaciones y sin explicar no solamente el alarmante aumento del número de quejas registradas por tortura y malos tratos”, expresaron los defensores de derechos humanos través de una carta abierta.

 

En la misiva, 33 ONG calificaron como “un retroceso de la política exterior mexicana en materia de derechos humanos” que el gobierno mexicano no reconozca las recomendaciones del informe del relator de la ONU, Juan E. Méndez.

 

Señalaron que la desafortunada postura de la SRE de no querer “trabajar más con el Relator de tortura” no sólo va en contra de los métodos de trabajo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, del que México es parte, sino que evidencian la intolerancia y el desconocimiento ante graves violaciones que se vienen cometiendo en todo nuestro país.

 

Las organizaciones, integrantes de la academia, activistas, defensoras y defensoras de derechos humanos, expresaron que han experimentado de primera mano la debilidad de las salvaguardias institucionales de prevención y protección ante estos delitos a lo largo y ancho del país.

 

A Peña Nieto “le solicitamos rectifique las respuestas del Estado mexicano a las observaciones finales del Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas y al Informe del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, y atienda las recomendaciones presentadas en sendos Informes a la brevedad.”  DEC