La Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer, durante el puente vacacional de semana santa, un nuevo Código de ética para la institución, que tiene como objetivo, según el acuerdo firmado por el procurador Jesús Murillo Karam, fomentar la “cultura de la legalidad” dentro de la propia dependencia.

 

El código, incluyó cerca de 60 disposiciones para los empleados de la PGR que delimitan su actuación durante sus jornadas de trabajo e incluso, fuera de ellas.

 

Destaca por ejemplo, la indicación a los empleados para que se abstengan de “propiciar rumores, mentiras e información dolosa o denigrante que dañen la reputación tanto del personal como de la propia institución”, así como el “respetar la vida privada” de los compañeros de trabajo.

 

Además se pide procurar un “ambiente sano” en el centro de trabajo, que además esté limpio y ordenado, encaminado a lograr una mejor convivencia con las compañeras y los compañeros de la institución.

 

Para propiciar el “ambiente sano” también se recalca a los empleados que no deben acudir el trabajo con “aliento alcohólico” y mucho menos bajo la influencia de algún psicotrópico. Además se deben respetar las funciones y horarios laborales.

 

Por otra parte el código también advierte a los funcionarios que no deben facilitar datos a los medios de comunicación de ningún tipo. “Abstenerse de dar o recibir beneficios económicos o de otra índole, a cambio de dar información solicitada por algún medio de comunicación o cualquier otra institución pública o privada”.

 

Se pide a los empleados de la PGR evitar defraudar a la dependencia en la justificación de viáticos ni otras compras. “Realizar comprobaciones veraces de los recursos financieros utilizados para cumplir con comisiones oficiales o para realizar alguna adquisición”.

 

El código también advierte a los servidores públicos de la institución que eviten “argumentar el desconocimiento de las leyes, normas o reglamentos” como un pretexto para justificar una violación de conducta.

 

Las instrucciones van más allá de los horarios de trabajo. Por ejemplo se pide a los empleados que eviten comprar artículos apócrifos (pirata) bajo el argumento de que “el combate a la ilegalidad se hace también desde el actuar cotidiano”.

 

De acuerdo con funcionarios de la PGR, la violación al código de conducta de un empleado puede traer consigo desde una amonestación verbal hasta el posible despido, dependiendo de la gravedad de la falla.