Ricardo Monreal Ávila, jefe delegacional en la Cuauhtémoc, ha colocado en puestos de primer nivel a personas que han sido involucradas en investigaciones de la PGR o con mala imagen pública.

 

Hace unos días dio a conocer el Decálogo del Servidor Público como eje de actuación de los servidores públicos de su administración, pero al tomar decisiones omite los principios que promulga.

 

El Decálogo que establece los principios para los funcionarios de todos los niveles y órdenes en la delegación Cuauhtémoc ordena: no robarás, no extorsionarás, no abusarás de tu autoridad, no traicionarás, no grillarás, sé transparente y rinde cuentas, servir y no servirte del pueblo, cumple y haz cumplir la ley, serás eficaz y eficiente, y sé confiable y leal.

 

Sin embargo, al tomar posesión como delegado nombró a Bennelly Jocabeth Hernández Ruedas directora de Desarrollo Social sin tomar en cuenta que es investigada por la Procuraduría General de la República por no poder acreditar el origen legal de un millón de pesos en efectivo.

 

Otro nombramiento que ha sido cuestionado es el de Isaac Castillo Luna, jefe de la Unidad Departamental (JUD) de Fomento Educativo quien también está implicado en hechos investigados por la PGR.

 

Este personaje es uno de los ultras encapuchados que en 2013 tomaron con violencia la Dirección General de CCHs.

 

Las instalaciones estuvieron ocupadas 14 días y la UNAM denunció los hechos ante el Ministerio Público de la Federación por los hechos violentos, daños y toma de instalaciones luego de que un grupo de encapuchados lanzaron objetos contra la Torre de Rectoría, inmueble considerado patrimonio Cultural de la Humanidad, al que le rompieron ventanas.

 

Estos sucesos fueron atribuidos a dos posibles causas, primero a la oposición de las modificaciones del plan de estudios y segundo en reacción a la prohibición de la venta de drogas y el consumo de bebidas alcohólicas.

 

Castillo Luna, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, también participó en las actividades del Colectivo Rebeldía, identificado como uno de los grupos radicales de colectivos universitarios.

 

Por su actuación tiene el perfil de los estudiantes que constantemente participan en protestas y que buscan su incorporación a partidos políticos.

 

Otro nombramiento cuestionado es el de Nicolás Mollinedo Bastar, mejor conocido como Nico, quien era chofer de Andrés Manuel López Obrador cuando éste era Jefe de Gobierno.

 

El originario de Teapa, Tabasco, fue un escándalo en 2004 cuando se supo que cobraba 62 mil 997 pesos, es decir 3 mil 877 pesos menos que AMLO, por manejar un Tsuru color blanco.

 

Mollinedo Bastar participó en la coordinación de Morena cuando estaba en proceso de convertirse en partido político.

 

Su primo, Rafael Fernando Marín Mollinedo fue nombrado presidente del Comité Directivo Estatal de Morena en Quintana Roo y éste, con su hermana María Amada, obtuvo en 2008 la concesión de alimentos de la cárcel del municipio de Benito Juárez, Cancún, sin conocimiento del Cabildo, en una concesión por invitación restringida para una población de mil 300 internos.

 

La empresa Tabana Banana S.A. de C.V. que según el Registro Público de la Propiedad se designó Comisario o Consejo de Vigilancia al ex chofer, obtendría ganancias anuales de 17 millones de pesos.

 

Con la llegada de Monreal Ávila a la delegación Cuauhtémoc, el ex chofer ocupa el cargo de director de Recolección y Tratamiento de Residuos Sólidos.