Los ingresos por la venta de petróleo se desplomaron 60% en el último año. Del 21 de agosto de 2014 al viernes pasado, el precio del barril de petróleo mexicano pasó de 91.47 a 36.24 dólares.

 

El precio registrado al cierre de la semana pasada no sólo es el más bajo en lo que va del año, además se ubica en un nivel que no se observaba desde febrero de 2009.

 

El exceso de oferta frente a una débil demanda, así como la apreciación del dólar estadunidense frente a otras divisas, dos de los principales factores que motivaron el descenso en las cotizaciones internacional del crudo desde mediados del año pasado persisten e incluso se han complicado.

 

Por el lado de la oferta, el reporte de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos de la semana pasada reveló que los inventarios en Estados Unidos inesperadamente subieron más de 2 millones de barriles, mientras que el mercado esperaba una contracción de poco más de 800 mil barriles.

 

 

Lo anterior, aunado a la expectativa de que Irán regresará a los mercados tanto estadunidense como europeo a finales del presente año, lo que representa un importante riesgo a la baja en el corto plazo.

 

Incluso, como advierte un análisis de Banco Base, “hacia adelante, una vez que se reincorpore Irán, no se descarta que Arabia Saudita eleve también su producción, en un nuevo intento de perjudicar a su enemigo histórico”.

 

Entre los riegos por el lado de la demanda están el sexto mes consecutivo de contracción de la manufactura en China, además de la devaluación del yuan y la temporada de mantenimiento de las refinerías en Estados Unidos, afectan de manera negativa la expectativa de demanda de crudo a nivel internacional en el corto plazo, lo que coadyuva a una todavía menor cotización del mismo a nivel internacional.

 

A lo anterior se suma la persistente apreciación de la divisa estadunidense frente a otras divisas como la mexicana, que ya acumula una pérdida de 29% desde el 21 de agosto de 2014.