Los constantes ataques del crimen organizado contra los miembros de la Fuerza Rural, que antes eran autodefensas, no cesan; en cuatro días al menos seis uniformados fueron emboscados y asesinados, pero las autoridades señalan que dicho acoso refleja “la contención” de la delincuencia en el estado.

 

La madrugada de ayer, cuatro presuntos integrantes de la Fuerza Rural fueron atacados a balazos cuando estaban en una de las barricadas de ese cuerpo policial en inmediaciones de la tenencia de San Jerónimo, en el municipio de Huetamo, en la región de Tierra Caliente.

 

La Procuraduría General de Justicia estatal confirmó el hecho e informó que personal ministerial realiza las pesquisas para esclarecer los homicidios, pero hasta el cierre de esta edición no se dio a conocer de algún detenido de entre el “número indeterminado” de agresores.

 

“Sí eran compañeros de nosotros los que fueron atacados cuando estaban del lado de Guerrero, porque por allí (en Huetamo) colindamos con Guerrero, y nosotros no podemos entrar pero de allí vienen y entran (los agresores) por allí nos atacan, por allí se meten y se pierden en el cerro después de emboscarnos”, dijo a este diario Estanislao Beltrán, integrante de los policías rurales.

 

En entrevista con 24 HORAS, el ex vocero de autodefensas refirió que los ataques son parte del crimen organizado, pero desconoció si en el caso de Huetamo tuviera relación con la detención de la alcaldesa, Dalia Santana Pineda, acusada de vínculos con Los Caballeros Templarios.

 

“Nosotros estamos allí para seguridad de las comunidades del crimen organizado”, sostuvo el también conocido como Papá Pitufo.

 

El martes pasado se dio a conocer “la emboscada” en la que otro miembro de la rural y un civil cayeron abatidos por presuntos delincuentes en el municipio de Tlazazalca. En la refriega al menos tres uniformados fueron heridos. Policías federales y militares apoyaron en la búsqueda de los responsables, pero no hubo registro de detenciones.

 

La madrugada del domingo pasado se desató un enfrentamiento entre presuntos autodefensas y criminales que dejó un saldo de dos muertos. Según el reporte, los comunitarios salían de una fiesta en la tenencia de Infiernillo cuando fueron baleados por un grupo delincuencial.

 

Para el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Carlos Hugo Castellanos Becerra, dichos choques armados son el reflejo de la “contención” de los grupos criminales en la entidad, pues a su consideración la violencia en Michoacán ha disminuido.

 

“Hace siete meses que llegamos, había un Michoacán doblegado por un grupo delincuencial en donde eran constantes los bloqueos e incluso la quema de negocios, esto ya no sucede y cualquier persona puede transitar tranquila por las diversas vías de comunicación en la entidad”, dijo el funcionario en entrevista radiofónica con Noticias UM.