WASHINGTON. Un ataque aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico (EI) mató el mes pasado en Siria a un líder destacado de ese grupo yihadista, informó hoy el Pentágono.

 

El yihadista fallecido es el tunecino Tariq Bin Al Tahar Bin Al Falih Al Awni Al Harzi, que estaba sujeto a sanciones del Departamento del Tesoro desde septiembre pasado y por cuya captura Estados Unidos ofrecía tres millones de dólares.

 

Al Harzi, “un alto líder del EI y conocido facilitador del reclutamiento de combatientes extranjeros que movía personal y material dentro de Siria e Irak, fue asesinado en un ataque aéreo de la coalición en Shaddadi, Siria, el 16 de junio”, dijo un portavoz del Pentágono, el capitán Jeff Davis.

 

“Su muerte impactará la capacidad del EI para integrar combatientes terroristas extranjeros en la lucha siria e iraquí y para mover gente y equipos a través de la frontera entre Siria e Irak”, aseguró Davis en una declaración escrita.

 

El Departamento de Estado ofrecía desde el pasado 5 de mayo hasta 3 millones de dólares de recompensa por información que condujera a la captura de Al Harzi.

 

Según el Departamento de Estado, el tunecino era “uno de los primeros terroristas en unirse al EI”, que se convirtió en líder del grupo “en la región fronteriza entre Siria y Turquía” y dirigió durante un tiempo los atentados suicidas de la organización, además de conseguir armas de Libia y Siria para las operaciones del grupo en Irak.

 

El portavoz del Pentágono añadió hoy que Al Harzi trabajaba para “recaudar fondos y reclutar y facilitar los viajes de combatientes” para el EI, además de “facilitar el uso de ataques suicidas y con artefactos explosivos improvisados en vehículos en Irak”.

 

Según la información del Pentágono, Al Harzi murió apenas un día después que su hermano, Ali Awni Al Harzi, que también era combatiente del EI.

 

El Departamento de Defensa aseguró a finales del mes pasado que uno de sus ataques aéreos mató el pasado 15 de junio en Mosul (Irak) a Ali Awni Al Harzi, que además de pertenecer al EI estaba vinculado al atentado de 2012 contra el consulado de Estados Unidos en Bengasi (Libia).

 

En ese atentado murieron el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, y otros tres funcionarios norteamericanos.